Junto a la crisis del club

Messi culpa a las normas económicas de LaLiga de su salida precipitada del Barça

El argentino asegura que tenía su continuidad pactada con Joan Laporta pero que las limitaciones de Javier Tebas y la elevada deuda han impedido que la operación se realizara. Admite que puede irse al PSG.

El delantero argentino Lionel Messi, durante su comparecencia este domingo en el Camp Nou para explicar su versión sobre su marcha del conjunto azulgrana.
Messi asegura que LaLiga y sus normas económicas evitan que siga en el Barça
Agencia EFE

Las limitaciones económicas y la preocupante crisis que vive el Barça han impedido a Leo Messi seguir en el único club en el que ha jugado. Así lo ha asegurado el futbolista argentino en la rueda de prensa donde se ha despedido del equipo catalán al que llegó con 13 años. Una cita sobre la que había mucha expectación por lo que podía decir el mejor jugador del mundo sobre una salida que se explica con la elevada deuda de la entidad que preside Joan Laporta. Un déficit que LaLiga que preside Javier Tebas no ha pasado por alto y que, según Messi, es lo que ha precipitado que se tenga que marchar en contra de su voluntad. "Sé que no se pudo por la deuda del club, por LaLiga, porque el club no quería endeudarse más...", ha señalado.

El ya exjugador del F.C. Barcelona apenas ha sido cuestionado en su comparecencia por las motivaciones económicas de su adiós al club en el que debutó en 2003, cuando tenía 16 años. Y cuando se le ha preguntado al respecto, no ha querido profundizar. Sí ha dejado claro que él tenía todo pactado con Laporta y el club para continuar un año más. Un acuerdo que pasaba por una reducción del 50% de su ficha, que en condiciones normales superaba los 50 millones de euros anuales. "Estaba todo arreglado y en el último momento por el tema de LaLiga no se pudo hacer. No hay más que eso. Teníamos todo acordado y no se pudo hacer", ha explicado. 

El argentino ha insistido en que él ha hecho "todo lo posible" para quedarse en el club. "El año pasado no quería quedarme y lo dije, y este año sí", ha recordado sobre el episodio del burofax de agosto de 2020, en el que dejaba claro a la Junta Directiva que entonces presidía Josep María Bartomeu que no tenía intención de seguir vinculado al equipo catalán. Una decisión que no pudo ejecutar porque entonces sí tenía contrato y el Barça amenazó con demandarle por incumplir ese compromiso. "He escuchado muchas cosas sobre mí, sobre por qué no seguía... Pero hice todo lo posible para seguir. Quería quedarme y no se pudo", ha apuntado.

Otra de las figuras clave para explicar el adiós del jugador es la de Javier Tebas. Messi no ha querido mandar un mensaje al presidente de LaLiga, sobre el que ha dicho solo se ha cruzado "una o dos veces" con él. Pero sí ha dejado claro que, como ha señalado Laporta, la razón principal son esas normas de 'fairplay' financiero y de límite salarial que impone la patronal de los clubes que lidera Tebas. Aun así, ha evitado cargar las tintas contra el principal dirigente del fútbol español, señalado por la directiva culé de impedir la continuidad del argentino.

Sobre su futuro inmediato después de dejar el único equipo en el que ha jugado, Messi ha admitido que la opción del Paris Saint Germain es "una posibilidad". "Aún no tengo nada arreglado", ha señalado el también capitán de la selección argentina. Lo que sí ha destacado es que ha recibido muchas llamadas de distintos equipos interesándose por contar con él. Junto a esta pista, ha ofrecido otras que pueden inclinar la balanza para irse a un equipo u otro. Por ejemplo, uno de sus objetivos es "volver a ganar la Champions". También ha señalado que le gustaría alcanzar en número de títulos al brasileño Dani Alves, que tiene 44 trofeos tras sumar este sábado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Entre lágrimas, el futbolista ha asegurado que tanto él como su familia estaban "convencidos" de que iban a seguir en el Barcelona, al que considera su casa, y que no estaba preparado para despedirse así. "El año pasado, cuando se armó el lío del burofax, estaba preparado, sabía lo que tenía que decir. Pero este año no. Estábamos convencidos de que íbamos a seguir aquí, en casa, era lo que más queríamos. Siempre sobrepusimos nuestro bienestar, estar en nuestra casa y disfrutando de esta vida en Barcelona, que es maravillosa", apuntó sin parar de llorar. 

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