México será 2,5 veces mayor que España, donde lo compra todo

La última edición de la 'Liga económica mundial', elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CEBR), deja en mal lugar a España. No sólo porque según sus predicciones vaya a perder cinco puestos, hasta el 18, en el ránking de la economía mundial hasta 2018, superada por Arabia Saudí, Polonia o Tailandia. Lo más llamativo es que una gran economía emergente como México nos pasaría por la derecha hasta niveles insospechados.

"Dados los vínculos históricos existentes, el crecimiento de México, desde actualmente casi el mismo tamaño que la economía española, hasta la previsión para 2028 de una economía dos veces y media mayor que la de España, probablemente merece atención", señala el informe. Unos vínculos que se han disparado extraordinariamente en 2013 tras la oleada de compras sin precedentes de activos españoles por parte de inversores mexicanos.

La foto fija de ambos países dice que mientras las empresas españolas no dejan de vender activos para reducir sus ingentes cifras de deuda, los grupos mexicanos han iniciado una gran ofensiva compradora en España que alcanza a todos los sectores. Los inversores aztecas, que consideran a nuestro país la puerta de entrada en Europa, han protagonizado algunas de las mayores operaciones del año.

No obstante, la economía mexicana ha ofrecido durante el año algunos signos de debilidad. El PIB creció un 1,3% en tasa anual durante el tercer trimestre del año, por encima de las expectativas. Pero antes el crecimiento fue de apenas el 0,57% en el primer trimestre y del 1,45% en el segundo.

En este escenario, el dinero azteca está pisando como nunca el acelerador en España. La última gran operación ha sido la compra de un 6% del capital de Banco Popular por parte de un grupo de inversores mexicanos liderados por la familia Del Valle, que han puesto sobre la mesa 450 millones de euros. Es la segunda gran transacción de carácter financiero de este año, tras la entrada del fondo mexicano Fintech en Banco Sabadell, una participación valorada a precios de mercado en unos 350 millones.

Pero ninguna de estas dos transacciones supera los alrededor de 800 millones de euros que pagó el grupo de transporte mexicano ADO por Avanza. Una operación que da al comprador el bastón de la mando del mayor grupo español de transporte urbano y el segundo en trayectos de largo recorrido. Los ingentes beneficios cosechados por los empresarios mexicanos en los años de bonanza le están permitiendo afrontar grandes operaciones que hasta ahora estaban vetadas a los mayores grupos latinoamericanos.

Además, Sigma ha tomado el control de Campofrío y la socimi Fibra Uno ha comprado oficinas a Banco Sabadell por cerca de 300 millones de euros. El poder mexicano, hasta este año personalizado en Pemex o Carlos Slim, crece a toda velocidad en suelo español.