Los consumidores españoles empiezan a mostrar cierta desconfianza sobre el desempeño de la economía española ante los tambores de crisis que suenan ya en el entorno europeo. La confianza del consumidor se desplomó once puntos en agosto en relación al mes anterior, hasta situarse en 86 puntos, por la caída de las expectativas, colocándose así en valores similares a los registrados en el segundo semestre de 2014, según los datos publicados este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
De esta forma, la confianza del consumidor se mantiene por segundo mes consecutivo en terreno negativo, después de que en junio superase los 100 puntos por primera vez en diez meses.
Dentro de los dos indicadores que componen el índice de la confianza del consumidor, el de situación actual registró en agosto una caída de 10,1 puntos, hasta los 83,1 puntos, mientras que el indicador de expectativas registró un descenso mayor, de 11,9 puntos, hasta los 88,9 puntos.
En el indicador de situación actual, la valoración de los consumidores sobre la evolución general de la economía disminuyó 15,4 puntos; la valoración sobre el mercado laboral descendió 12,9 puntos, y la percepción de la situación de los hogares cayó 1,9 puntos.
Por su lado, el descenso de las expectativas de los ciudadanos es resultado de la peor valoración sobre la evolución futura de la economía (-14,9 puntos), del empleo (-17,9 puntos) y de las expectativas de futuro de los hogares (-3,8 puntos).
Comparando los datos de agosto de este año con los del mismo mes de 2018, el retroceso de la confianza del consumidor es aún mayor al caer 16,4 puntos, tras bajar el índice de situación actual en 16,2 puntos y el de expectativas en 16,6 puntos.
Qué mide el ICC
El ICC recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.
Por otra parte, el CIS también ha analizado la evolución de las expectativas en relación con los precios, tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos, que muestra un desarrollo coherente con las pautas y los datos sobre la confianza del consumidor.
En términos mensuales, se observa un descenso en las expectativas de consumo de 5,2 puntos y una disminución en relación al ahorro de 5,3 puntos. Los temores de inflación aumentan 0,3 puntos y las expectativas sobre un futuro aumento de los tipos de interés descienden 4,5 puntos.
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