No hay consenso

Las actas del BCE muestran la división  sobre la nueva orientación monetaria

El mensaje del Banco Central Europeo indica que esperan que los tipos de interés seguirán iguales o más bajos hasta que la inflación se sitúe en el 2% bastante antes del final de su horizonte de proyección".

Christine Lagarde, BCE
Christine Lagarde, BCE
Europa Press

Algunos miembros del Banco Central Europeo (BCE) están preocupados por que la nueva orientación sobre los tipos de interés pueda parecer una promesa de que van a dejarlos en niveles muy bajos durante mucho tiempo. Las actas de la reunión de política monetaria del BCE del 22 de julio, publicadas este jueves, muestran que la nueva orientación sobre los tipos preocupa a algunos miembros del Consejo de Gobierno y que se aprobó por amplia mayoría.

Tras haber modificado a comienzos de julio de forma unánime su estrategia de política monetaria, por primera vez desde hace 18 años, el BCE consideró necesario cambiar la orientación que da a los mercados y al público general sobre los movimientos en los tipos de interés. El BCE tiene ahora un nuevo objetivo de inflación, que es una tasa del 2% a medio plazo, antes era una tasa algo por debajo del 2%.

El Consejo de Gobierno quiere indicar que va a ser paciente y esperar hasta que esté seguro de que la inflación sube antes de incrementar sus tipos de interés. Por ello aceptará un período transitorio en el que la inflación sea moderadamente superior al objetivo antes de comenzar a subir las tasas de interés, para no entorpecer la recuperación económica de forma prematura.

La orientación de los tipos de interés "no es una norma y más bien proporciona una indicación a los mercados financieros y al público más general para que puedan alinear mejor sus expectativas de inflación con el objetivo del Consejo de Gobierno", dicen las actas.

El mensaje textual que el BCE dio a los mercados y al público general fue: "el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en sus niveles actuales o en niveles inferiores, hasta que observe que la inflación se sitúa en el 2% bastante antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera en el resto de dicho horizonte".

El BCE añade que debe considerar que "el progreso realizado de la inflación subyacente está suficientemente avanzado para ser compatible con una estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo". "Ello también podría implicar un período transitorio en el que la inflación sea moderadamente superior al objetivo", añadía el comunicado tras la reunión del 22 de julio.

Las actas muestran que "una amplia mayoría de los miembros (del Consejo de Gobierno) indicó que podrían apoyar la propuesta de orientación revisada" después de que la nueva estrategia fuera aprobada de forma unánime.

Algunos miembros del BCE mostraron sus reservas porque consideraron que la nueva orientación no reflejaba sus preocupaciones de excederse y podría ser vista como "una promesa de mantener los tipos de interés en el nivel actual o más bajos un periodo de tiempo muy largo sin una cláusula de escape explícita".

La comunicación del BCE es muy compleja

Parece claro que la comunicación del BCE con los mercados y el público general es muy compleja. Tras la reunión, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, trató de explicar que para que suban los tipos de interés, antes la inflación debe haber subido al 2% bastante antes del final de su horizonte de proyección, que son unos dos años (ahora hasta 2023), y debe mantenerse ahí de forma duradera. Además, antes de que el BCE comience a subir los tipos de interés, la inflación subyacente, que descuenta los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos, se debe dirigir también hacia el 2%.

El BCE comenzó en 2013 a utilizar una orientación de los tipos de interés, como también hace la Reserva Federal (Fed), y considera que "hay pocas dudas" de que es "una herramienta efectiva para conducir las expectativas de los tipos de interés", según las actas.

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