Asunción, 26 mar.- Miles de campesinos y participantes en una huelga general convocada hoy en Paraguay marcharon por las calles de Asunción, el centro neurálgico de las movilizaciones en contra de la política económica del Gobierno del presidente Horacio Cartes, en una jornada hasta ahora sin incidentes.
Los sindicalistas hicieron cortes parciales de carreteras en la capital y algunos puntos del país, incluido el Puente de la Amistad, que une Ciudad del Este con la localidad brasileña de Foz de Iguaçu.
En Asunción, los labriegos de la Federación Nacional Campesina (FNC) caminaron desde su lugar de concentración, en el antiguo Seminario Metropolitano, donde muchos de ellos pernoctaron ayer, hacia la plaza frente al Congreso.
A la marcha se unieron grupos sindicales, con pancartas y consignas contra la política de Cartes, del conservador Partido Colorado.
La manifestación estaba custodiada por una fuerte presencia de la policía, que sacó a las calles a unos 26.000 agentes. Asimismo, las Fuerzas Armadas, con cuya cúpula se reunió hoy Cartes, se encuentran en "apresto operativo".
El ministro del Interior, Francisco José de Vargas, aseveró a la Radio Monumental que por ahora se trata de una jornada "tranquila y exitosa", tanto para las fuerzas del orden como para los manifestantes.
Informó de la detención de cinco personas "con supuestas intenciones de arrojar piedras" contra autobuses y dijo que un colectivo fue apedreado en San Lorenzo, en el área metropolitana de Asunción.
En la capital una parte de las tiendas y establecimientos públicos estaba hoy cerrada, mientras que los pocos autobuses que circulaban iban prácticamente vacíos, debido al temor de los viajeros a que sean atacados.
La ministra de Educación, Marta Lafuente, dijo que solo un 15 % de las escuelas están cerradas, aunque no dio datos del seguimiento de la huelga entre los profesores y empleados.
Las autoridades cerraron 59 instituciones educativas públicas del centro de Asunción de forma preventiva, las cuales tendrán que reponer las clases, explicó.
La principal reclamación de las movilizaciones de hoy es la derogación de la Ley de APP (Alianza Público-Privada).
Con esa norma, aprobada por el Congreso el año pasado, el Gobierno quiere atraer capital privado para la inversión en infraestructuras a cambio de otorgar a las empresas la concesión de su gestión y el cobro de tarifas.
Sin embargo, sus opositores denuncian que se trata de una privatización encubierta que dejará el país en manos de las empresas extranjeras.
La huelga coincide con la XXI Marcha del Campesinado Pobre, que se realiza cada año y recoge la histórica reivindicación de la reforma agraria y la protesta contra el modelo agroexportador representado por las grandes plantaciones de soja.
Los sindicatos y organizaciones sociales que impulsan la huelga también piden la subida de un 15 % del salario mínimo.
La propuesta original era de un reajuste del salario del 25 %, pero en febrero el Gobierno decretó un incremento del 10 %, hasta los 1,82 millones de guaraníes al mes (405 dólares).
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