San José, 15 feb.- Miles de trabajadores del sector público realizaron hoy una huelga en Costa Rica y se manifestaron para protestar contra la política salarial del Gobierno y la reforma fiscal que se estudia en la Asamblea Legislativa.
Con pancartas y consignas los funcionarios recorrieron el centro de San José hasta llegar a la Casa Presidencial, donde se prevé que sus dirigentes sean recibidos en las próximas horas por algún representante del Poder Ejecutivo.
Los sindicatos están disconformes con el aumento salarial del 2,33 % establecido por el Gobierno para el primer semestre de 2012, pues afirman que no es un incremento real y que no satisface las alzas en los precios de los productos y servicios.
El descontento de los empleados públicos también fue atizado la semana pasada con el anuncio de que los diputados de la Asamblea Legislativa recibirán este año un aumento salarial del 5 % semestral, fijado por un decreto vigente desde la década de 1990.
El otro objetivo de la huelga fue protestar contra la reforma tributaria que impulsa el Gobierno.
En un manifiesto, los trabajadores que marcharon hoy señalaron que el aumento salarial "se ejecutó de manera unilateral y con señales de profundo desprecio al dialogo y la negociación".
Acerca de la reforma tributaria indicaron: "si la supuesta crisis fiscal es real, no compartimos la interpretación gubernamental sobre su profundidad, sus causas y mucho menos la descarga de más impuestos sobre el pueblo trabajador".
La presidenta costarricense, Laura Chinchilla, afirmó hoy que la manifestación era "innecesaria", pues las puertas del diálogo siempre han estado abiertas y aseguró que fueron los sindicatos los que se levantaron de la mesa de negociación hace algunas semanas.
"El Gobierno ha venido defendiendo una política salarial equitativa y acorde a la realidad nacional, no puede haber nada más sensato que eso", expresó la mandataria en una conferencia de prensa.
El Gobierno costarricense ha dicho que no puede aprobar un aumento mayor de salarios, pues no sería sostenible para las finanzas del país, que en 2011 cerró con un déficit fiscal del 4,4 % del producto interno bruto (PIB), menor al 5,2 % registrado en el 2010.
El proyecto de reforma fiscal busca recaudar unos 600 millones de dólares adicionales, entre el 1,5 % y el 2 % del PIB, con el fin de paliar el déficit.
El punto esencial de la iniciativa es la creación de un Impuesto de Valor Agregado (IVA) del 14 %, que sustituirá al actual impuesto de ventas del 13 %, y que además aumentará la lista de bienes y servicios por gravar.
También propone nuevos tributos como la renta global, renta mundial, un impuesto a zonas francas, una carga del 2 % a la educación y salud privadas, así como variaciones en el impuesto de renta.
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