Minería y coca ilegales se cuelan en áreas naturales protegidas en Perú

  • La minería y los cultivos de coca ilegales avanzan como un cáncer en la Amazonía peruana y contaminan peligrosamente áreas naturales protegidas, donde incluso han logrado construir un aeródromo clandestino para sacar droga.

Perú, uno de los mayores productores mundiales de hoja de coca y cocaína, tiene 77 áreas naturales protegidas, que representan el 19% del territorio nacional.

Al menos en unas veinte de ellas ya se percibe la presencia de la minería ilegal destruyendo todo a su paso y del narcotráfico, con amenazas de muerte a los nativos y a los guardaparques, denuncian las autoridades.

"Los 700 guardaparques están desarmados y cuentan con poca logística, no pueden vigilar a los millones de hectáreas de las 77 áreas naturales protegidas. De estas, el 80% se ubica en la Amazonía", dijo a la AFP, Deyvis Huamán, especialista del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) del ministerio del Ambiente.

Para paliar la falta de personal, el Sernanp realiza alianzas con las comunidades nativas, muchas de ellas ancestrales, que habitan en las zonas, con el fin de que se conviertan en vigilantes voluntarios, señalo Huamán.

A ese compromiso con las comunidades nativas se han sumado los acuerdos para destinar parte del área natural al turismo, con el fin de que los pobladores tengan trabajo y haya una comercialización de los productos de la zona.

En el Parque Nacional Bahuaja Sonene -ubicado entre la regiones de Madre de Dios (selva sur) y Puno (sureste)- de 1.091.416 hectáreas, se ha descubierto más de 400 hectáreas de sembradíos de coca y la construcción de un aeródromo clandestino.

Para el jefe de este parque, David Aranibar, "estos sembríos tienen un motivo: se debe a la fuerte presencia de las Fuerzas Armadas y la policía para reducir los cultivos de coca en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (centro y sureste)" y ahora "los narcotraficantes miran otros lugares y encontraron una zona con falta de seguridad como el parque", dijo a la AFP.

"Además se ha descubierto un aeródromo para el traslado de droga y mucha tala ilegal de árboles asociada a la explotación de minería ilegal", afirmó.

Los especialistas señalaron que la minería ilegal se incrementó a pesar de un operativo de las fuerzas del orden para eliminar esta actividad en la Amazonía.

En Bahuaja Sonene vive la etnia Ese'eja y además es muy rica en mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces, árboles, plantas, mariposas, osos hormigueros gigantes, entre otros.

"Uno de los problemas para combatir estos males es la distancia entre las áreas naturales y la civilización. De eso se aprovechan el narcotráfico, la minería y los taladores ilegales", dijo Huamán.

Cada intervención requiere de una planificación que dura muchas veces semanas y meses. "Por ejemplo, pese a que la denuncia de los sembríos y del aeródromo en el parque Bahuaja Sonene se realizó en noviembre (de 2015) hasta ahora la policía no actúa", señaló.

Mientras en Madre de Dios, fronteriza con Brasil, la minería ilegal ha deforestado casi 60.000 hectáreas de selva, según autoridades peruanas, que en 2015 recrudecieron su lucha contra campamentos ilegales de extracción de minerales.

El Sernanp ha detectado que los cocales, la minería y la tala ilegales ya está afectando al Parque Nacional Sierra del Divisor, creado en noviembre del 2015 por el presidente Ollanta Humala, especialmente para protegerlo de agentes externos.

En diciembre, la institución entregó al ministerio del Interior una lista con las áreas protegidas afectadas por estos problemas, donde encuentran como prioridad la Sierra del Divisor y el Parque Bahuaja Sonene.

Sierra del Divisor es una zona de más de 1,4 millones de hectáreas ubicada entre las regiones amazónicas de Loreto y Ucayali, donde habitan comunidades de las etnias Matsés, Asháninka, Huambisa, Isconahua, Shipibo Conibo y pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario.

El nuevo parque posee un ecosistema representado por 3.000 variedades de especies vegetales y animales, muchos de ellos únicos en el mundo.

En 2014 Perú redujo en 14% sus cultivos de hoja de coca, de 49.800 a 42.900 hectáreas, respecto al año anterior, según un informe de la ONU divulgado en julio del año pasado y que ubica a este país como el segundo mayor productor después de Colombia.

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