La ciudad chilena de Tocopilla se paraliza para exigir mejor calidad de vida

Santiago de Chile, 1 ago.- La ciudad de Tocopilla, en el norte de Chile, de donde es oriundo el futbolista del FC Barcelona Alexis Sánchez, permaneció hoy paralizada por una protesta ciudadana para exigir mejores condiciones de vida, informaron fuentes oficiales.

"Hemos quedado postergados y nos sentimos abandonados históricamente por todos los Gobiernos", afirmó en un comunicado el alcalde de la ciudad, el independiente Fernando San Román, de sólo 28 años y en el cargo desde diciembre pasado.

El movimiento ciudadano, en el que participan estudiantes y gremios del transporte, la minería y la pesca, logró cortar hoy los accesos a la ciudad, sin que hasta el momento se hayan registrado disturbios o repercusiones graves.

Tocopilla, con unos 25.000 habitantes, está emplazada en el litoral de la región de Antofagasta, en pleno desierto de Atacama, a unos 1.550 kilómetros al norte de Santiago, y en 2007 sufrió un terremoto de 7,7 grados que causó dos muertos y dejó unos mil damnificados en la zona.

Según cifras oficiales, esa región sufría en 2011 un índice de pobreza del 7,5 %, el segundo más bajo del país y la mitad del promedio nacional (14,4 %), debido sobre todo al impacto de la minería del cobre, sustento económico del país.

Pero sus habitantes se quejan de que gran parte de los ingresos fiscales del cobre no se reinvierte en las regiones mineras y acusan de centralismo a los sucesivos gobiernos, en un país de más de 4.000 kilómetros de largo y donde el 40 % de su población vive en Santiago.

El alcalde San Román, quien antes fue presidente del movimiento ciudadano Tocopilla Vuelve, denunció que en la ciudad hay dos centrales termoeléctricas que alimentan la actividad minera y por las que ellos pagan "altos costos en contaminación y salud".

La asamblea pide contar con médicos especialistas en el hospital de la ciudad, un subsidio a la energía eléctrica, recursos permanentes por los daños sociales y medioambientales que sufren y el pago de la deuda que aseguran que el Gobierno central tiene con la región.

"Ahora nos adeudan más de 20.000 millones de pesos (40 millones de dólares) a la región, lo que amenaza diversos proyectos de desarrollo", asegura San Román.

Los estudiantes denuncian también que tienen que estudiar en contenedores junto a la playa, porque aún no se ha reparado la infraestructura dañada por el terremoto.

Aunque hace una semana los vecinos bloquearon las rutas durante seis horas, esta movilización ha vuelto a tomar por sorpresa al resto del país, que en los últimos años ha visto cómo los vecinos de zonas extremas, como la región de Aysén o la ciudad de Calama, levantan la voz contra el centralismo estatal.