Madrid, 26 feb.- El ministro de Exteriores portugués, Paulo Portas, ha rechazado hoy expresar explícitamente su opinión sobre una Cataluña independiente, pero ha subrayado que la condición de estabilidad de la Península pasa por la existencia de dos Estados soberanos: España y Portugal.
Portas se ha referido a las aspiraciones soberanistas de Cataluña en un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía en el que ha sido presentado por el titular de Exteriores español, José Manuel García-Margallo.
Al ser preguntado por el debate sobre el futuro de Cataluña ha dicho que jamás haría declaraciones que se interpretaran como una interferencia en asuntos internos de España, de la misma forma que él no aceptaría que se hicieran declaraciones de colegas suyos de otros países sobre cuestiones internas lusas.
"Dicho esto, me reafirmo en un pensamiento diplomático muy profundizado en mi país", ha subrayado Portas.
Un pensamiento que ha explicado que se fundamenta en el convencimiento de que España y Portugal se conocen desde hace muchos siglos y la condición de estabilidad en la Península pasa por la existencia de esos dos Estados soberanos.
Una estabilidad que ha recalcado que es esencial para superar momentos difíciles.
El jefe de la diplomacia portuguesa ha destacado las excelentes relaciones que existen entre España y su país tras los "cabreos" que ambos tuvieron siglos atrás.
Portas ha señalado que Portugal es uno de los primeros interesados en que España supere sus problemas, de la misma forma que España quiere que Portugal deje atrás los suyos porque se estará contribuyendo a un ambiente de crecimiento económico en la Península.
El ministro portugués ha confiado en la evolución de la situación económica de su país y ha defendido políticas económicas que rebajen la deuda porque, ha dicho, "las deudas de hoy son impuestos del mañana, y no hay que sacrificar a una generación para ganar las elecciones".
Portas ha pedido a los gobernantes que demuestren humildad y respeto hacia las personas que lo están pasando mal en la crisis y ha instado a que los dirigentes europeos no sean simplistas y no caigan en la tentación de dibujar una Europa del norte llena de virtudes y otra Europa del sur plagada de defectos,
"Eso es no tener un concepto de Europa. Europa es una o no es, porque somos tan imprescindibles unos como otros", ha recalcado.
Además, ha instado a que España y Portugal aprovechen el valor que tienen sus lenguas en un mundo globalizado, así como el conocimiento que poseen de América Latina, una región que ha asegurado que, en la actualidad, "es parte de la solución" de la crisis.
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