Sánchez buscó el 'sí' a sus PGE sin haber negociado una coma con PDeCAT y PNV

  • Confiado en que el nacionalismo catalán le apoyaría por interés político, el Gobierno no ha negociado ni una sola enmienda con sus potenciales socios.
Fotografía de Carles Campuzano y Aitor Esteban / EFE (Ballesteros)
Fotografía de Carles Campuzano y Aitor Esteban / EFE (Ballesteros)

Convencido de que la esperanza de vida de los Presupuestos no dependía tanto de su contenido o filosofía como de la estrategia política del nacionalismo catalán, el Gobierno  no se ha detenido en formalismos y ni siquiera ha intentando negociar el contenido de las cuentas públicas con PDeCAT, ERC y PNV, las fuerzas nacionalistas cuyo respaldo resultaría esencial en caso de una eventual tramitación parlamentaria del proyecto de cuentas públicas del Gobierno.

Así se admite de forma explícita por los directamente implicados y de forma implícita desde el Grupo Parlamentario de Unidos Podemos que casi desde que se cerrara el acuerdo presupuestario con el Gobierno ha afeado a éste su aparente desinterés en 'cosechar' los apoyos necesarios para sacar adelante las cuentas públicas.

Fuentes gubernamentales reconocen que la única negociación digna de tal nombre que se ha desarrollado sobre el contenido de los Presupuestos para 2019 ha sido con Podemos y que en las últimas semanas - en las que se supone que el Ejecutivo debía haber desplegado todo su poder persuasivo para encarrilar el futuro del proyecto de Presupuestos - no ha tenido lugar reunión alguna con los potenciales socios parlamentarios que se necesitaban - principalmente las fuerzas nacionalistas catalanas y el PNV - en relación a las posibles enmiendas parciales a introducir en las cuentas públicas para conseguir su respaldo.

Desde el Gobierno se alega al respecto que ERC y PDeCAT han situado desde el principio la cuestión en el terreno de la política y que se esperaba a la apertura del periodo de enmiendas al articulado para plantear una negociación sobre el contenido concreto de los Presupuestos. 

De fondo, el complicado escenario que se hubiera abierto en el propio Partido Socialista si el Ejecutivo de Sánchez hubiera sacado adelante los Presupuestos a golpe de cesiones a los nacionalistas catalanes en un contexto preelectoral, con las elecciones autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina.

No obstante, tanto ERC y PDeCAT como PNV han deslizado su descontento con la situación y el nacionalismo catalán incluso ha utilizado ese aparente desinterés como argumento para afear el comportamiento del Gobierno de Pedro Sánchez en el proceso. 

Antes de la votación de este miércoles y con el eventual anticipo electoral sobrevolando la actualidad política, las fuentes del Gobierno consultadas admiten una cierta falta de rumbo respecto al futuro. Desde el Ministerio de Hacienda se asegura que siempre se ha trabajado con el único horizonte de que los Presupuestos de 2019 saldrían adelante y que no hay ninguna clase de 'plan B' para sacar adelante a golpe de Real Decreto las apuestas presupuestarias que el Ejecutivo considera más críticas para su proyecto político, como así se dijo cuando la negociación por los Presupuestos aún estaba abierta.

Fuentes parlamentarias señalan que ese cauce tampoco tendría mucho recorrido ahora porque sin el respaldo político del nacionalismo catalán las iniciativas gubernamentales estarían condenadas a decaer sin remisión en el momento de su convalidación parlamentaria.

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