Segundo intento del Gobierno de Pedro Sánchez con lo que siempre se ha considerado la primera piedra del camino cada vez que se inicia el proceso de redacción de unas cuentas nacionales. El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes y ha remitido a las Cortes la senda de estabilidad, con los mismos objetivos de déficit y de deuda que ya presentó en julio y que fueron rechazados por el Congreso, como paso previo a la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019. Si los objetivos fueran rechazados una segunda vez, el Ejecutivo basará sus cuentas en la senda ya aprobada con el Gobierno del Partido Popular. Es decir, habrá menos margen para gasto.
"El Gobierno tiene la intención firme de presentar en enero a las cámaras un proyecto de Presupuestos con el convencimiento de saber qué es lo que necesita este país", ha resumido la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. "Es firme", ha añadido antes de admitir que si el Congreso no diera su visto bueno, tendrán que terminar de redactarse las cuentas con los datos que sí recibieron el visto bueno de los diputados, es decir, la senda que sí logro sacar adelante el Gobierno del PP y que contempla un déficit del 1,3% para 2019, en lugar del 1,8% previsto por el Ejecutivo.
Aun así, Celáa ha insistido en las bondades de unos "Presupuestos sociales para blindar el Estado del Bienestar que ha quedado tan menoscabado por la etapa de la crisis" y ha instado a los grupos parlamentarios a explicar a "sus alcaldes y presidentes autonómicos" el rechazo a unas cuentas que financian servicios públicos esenciales. "Es un proyecto de Presupuestos que va a obligar a que todas las fuerzas políticas lo debatan, lo discutan o lo enmienden", ha aseverado.
Aunque se trata de un mero trámite, y de un requisito previo para presentar los PGE de 2019, tal y como ha subrayado Celáa, no deja de ser una constatación de las intenciones del Gobierno, que quiere llevar al Parlamento los Presupuestos en el mes de enero. El nuevo intento del Gobierno de aprobar su senda de estabilidad, que va acompañada del límite de gasto no financiero (techo de gasto), fijado en 125.064 millones de euros, un 4,4% más, busca también reforzar la garantía de que ni PP ni Cs utilizarán la Mesa del Congreso para bloquear las nuevas cuentas públicas, según han señalado desde el Gobierno y recoge EP.
El Ejecutivo ya avanzó que para este año 2018 estimaba un déficit del 2,7% del PIB, cinco décimas por encima del objetivo comprometido con Bruselas, y en julio actualizó la senda de estabilidad presupuestaria elevando las metas de déficit al 1,8% para 2019, cinco décimas más que la previsión del Gobierno de Rajoy; al 1,1% en 2020, y a cuatro décimas en 2021, frente a las tres décimas y el superávit, respectivamente, previstos por el Ejecutivo del PP para esos ejercicios. Sin embargo, la senda presupuestaria planteada por el Gobierno de Pedro Sánchez, que vuelve a intentar aprobar ahora, ya fue rechazada a finales de julio por el Congreso, con los votos en contra de PP, Cs, UPN, Foro Asturias, Coalición Canaria y Bildu.
La Ley de Estabilidad Presupuestaria establece que, en caso de que las Cortes no aprueben el techo de gasto, el Gobierno deberá volver a remitir un nuevo acuerdo en un plazo máximo de un mes, pero finalmente han transcurrido cuatro meses y medio. No obstante, su visto bueno no es imprescindible para la aprobación de un proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, que el Gobierno tiene previsto presentar a mediados de enero con el objetivo de déficit que esté en vigor en ese momento, han apuntado desde Hacienda.
Esta aprobación en el Consejo de Ministros de este viernes se produce sin que se haya acordado aún la reforma de la Ley de Estabilidad propuesta por el PSOE para eliminar el veto del Senado (en el que ostenta mayoría el PP) a la senda de estabilidad.
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