Moncloa se aviene a incluir los pactos con Podemos en el avance del PGE a Bruselas

  • El informe general a la Comisión sobre los Presupuestos de 2019 solo reflejará medidas concretas si se cierra algún acuerdo con el bloque de izquierda
Nadia Calviño
Nadia Calviño
COMISIÓN EUROPEA - Archivo

En su tono discursivo habitual Pablo Iglesias advirtió de que el bloque de Unidos Podemos no permitiría al Gobierno enviar un informe sobre los Presupuestos de 2019 a Bruselas sin que antes revisaran las medidas allí incluidas. El informe, en realidad, ya estaba perfilado cuando Iglesias pronunció esas palabras, pero desde el Gobierno se admite que si antes del 15 de octubre - fecha límite para que todos los países de la UE remitan a la Comisión las líneas generales de sus presupuestos para el próximo año según lo establecido en el denominado Semestre Europeo - se alcanza algún acuerdo concreto con el bloque de izquierdas, éste se incluiría en el informe que se envíe.

El Gobierno no se siente presionado por el calendario de Bruselas. Según fuentes parlamentarias, el plan del Ejecutivo es enviar el 15 de octubre un 'draft' con unas líneas muy generales sobre los Presupuestos de 2019 para evitarse un tirón de orejas de Bruselas y así ganar tiempo para cerrar sin más presión de la necesaria el complejo acuerdo que permitiría alumbrar el proyecto presupuestario de 2019. 

"El informe ya está perfilado y se asienta sobre la base de los Presupuestos de 2018, no precisa ninguna de las medidas sobre las que se ha venido hablando en las últimas semanas", aseguran estas mismas fuentes. Fuentes del anterior Gobierno del PP admiten, además, que el Presupuesto de 2018 se diseñó sobre la sospecha de que en 2019 no habría acuerdo presupuestario y de que las cuentas se tendrían que prorrogar, y que por ello se dejó establecida la subida de las pensiones para 2018 y 2019, la subida de los funcionarios y el ritmo de la equiparación salarial de los policías y guardias civiles.

El Ejecutivo rechaza que el reporte presupuestario que se envíe a Bruselas se sostenga sobre un escenario de presupuestos prorrogados, pero sí se admite que tendrá una redacción muy general y que no precisará las medidas concretas a activar en el próximo ejercicio para respetar el contexto de negociación presupuestaria entre el Gobierno y el bloque de izquierdas. "Solo se incluirá alguna medida concreta si se cierra algún acuerdo en la negociación abierta con Podemos", matizan desde el área económica del Ejecutivo.

El Gobierno mantiene el mes de noviembre como línea roja para la negociación presupuestaria. Su hoja de ruta pasa por cerrar el acuerdo presupuestario en ese mes y poder presentar en diciembre a Bruselas un informe más detallado sobre las medidas a incluir en los Presupuestos del próximo año. Esta hoja de ruta contaría con el visto bueno de la UE.

El 'problema' de la senda de déficit

El Ejecutivo ni siquiera considera crítico poder sacar adelante la senda de déficit que el Congreso ya le rechazó una vez. Pese al esfuerzo empleado en ingeniar una solución que le permitiera eludir el veto del Senado, tanto en Economía como en Hacienda se considera que el marco establecido por la senda de déficit del PP no es ningún condicionante insalvable para sacar adelante un proyecto presupuestario con el que sentirse cómodos. 

El aval de Bruselas e incluso de organismos internacionales como el FMI al objetivo de déficit del 1,8% fijado por el Gobierno les proporciona un margen de confort y la certidumbre de que la desviación respecto a la senda oficial no será mal vista en los mercados, admiten en el Ejecutivo.

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