No se reformará ni IRPF ni Sociedades ni Patrimonio

Montero abre la puerta a retrasar la subida de impuestos más allá de 2023

La ministra aclara que se trata de una fecha referencial y que el Gobierno no abordará su reforma fiscal hasta que España no recupere el PIB anterior a la crisis pandémica.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
EFE

La reforma fiscal comprometida por el Gobierno y la previsible subida de impuestos que la acompañará podría retrasarse más allá de 2023 si la recuperación de la economía no es todo lo vigorosa que el Ejecutivo espera. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha aclarado este lunes que esa fecha del año 2023 que figura en el Plan de Recuperación marcado en rojo es referencial y que la verdadera referencia que seguirá el Gobierno es la recuperación del PIB anterior a la crisis pandémica, de modo que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no abordará ninguna medida fiscal de gran calado en las principales figuras tributarias del sistema fiscal - Impuesto sobre la Renta, Impuesto de Sociedades, IVA e incluso Impuesto de Patrimonio - en tanto España no recupere el nivel de bienestar anterior a la crisis, suceda esto a finales de 2022, como espera el Gobierno, o ya bien entrado 2023 o incluso en 2024, como apunta el consenso de los analistas. "Si el PIB no alcanza el nivel anterior a la crisis a finales de 2022, el calendario de activación de las medidas fiscales que aparece en el Plan de Recuperación se retrasaría", ha aclarado la ministra de Hacienda.

María Jesús Montero ha subrayado que lo que el Gobierno ha trasladado a Bruselas es que las medidas a corto plazo que se pretendían abordar en el Impuesto sobre la Renta, Patrimonio, Sociedades e IVA se han adoptado ya y que la reforma fiscal que se perfilará a partir del trabajo del Comité de Expertos constituido hace alrededor de un mes se abordará cuando el país haya superado la depresión económica causada por la Covid.

En el ínterin el Gobierno de Pedro Sánchez aplicará las reformas ya aprobadas, dará cauce a las que están incluidas en diferentes proyectos y adoptará alguna que otra medida fundamentalmente vinculada a la fiscalidad verde, donde el Ministerio de Hacienda ha observado que existe una brecha profundísima con la Unión Europea en cuestión de ingresos (1,77% PIB en España, frente a 2,35% en la UE) y que además se alinea con los objetivos políticos del Gobierno de Pedro Sánchez, orientados hacia la transición ecológica, la penalización de los hábitos contaminantes o la promoción de hábitos más saludables.

Montero ha convertido la presentación de los componentes del Plan de Recuperación vinculados a su Ministerio en una especie de ajuste de cuentas con las valoraciones políticas realizadas desde la oposición del PP, a los que ha acusado de realizar lecturas populistas. Ha recalcado, en este tramo, que no es sostenible solicitar más dinero para medidas de apoyo a empresas o trabajadores y al mismo tiempo reivindicar rebajas de impuestos. Se ha abierto una nueva etapa en el relato político del Gobierno y es situar al Partido Popular y su relato de las rebajas de impuestos en el lado de los populismos. 

En lo que se refiere al Plan de Recuperación el mensaje es claro. Si España ha recibido 140.000 millones de euros de sus socios europeos lo que no va a hacer es bajar los impuestos, sino todo lo contrario aumentar el flujo de ingresos de las arcas públicas para devolver a sus socios lo recibido lo antes posible. "Y todo esto Bruselas lo sabe", ha subrayado en varias ocasiones la ministra, sacando del cuadro de lo razonable los planteamientos fiscales trasladados por los populares.

Beneficios fiscales, la otra palanca para conseguir ingresos

Más allá de lo que puedan aportar las medidas ya adoptadas y las medidas fiscales que salgan del Comité de Expertos, del que el Gobierno espera no sólo una revisión profunda de los grandes impuestos sino quizá también la propuesta de nuevas medidas fiscales hoy inexistentes para gravar realidades económicas que el Ejecutivo considera que no están gravadas en la actualidad - sin especificar a cuáles se refiere-, la gran baza del Gobierno para impulsar los ingresos será la revisión de los beneficios fiscales, que año tras año restan 40.000 millones de euros a las arcas públicas.

Montero ha dicho que del proceso no se tienen por qué derivar solo subidas fiscales - es decir, recortes de incentivos y por tanto más ingresos - sino que también podría lugar a algún que otro nuevo incentivo nuevo o mejorado. La ministra no ha querido precisar si en el proceso de evaluación de los incentivos fiscales que el Gobierno se ha comprometido a abordar a través de un grupo de trabajo interno con funcionarios de la Dirección General de Tributos, el Instituto de Estudios Fiscales y la Agencia Tributaria se van a poner bajo el microscopio los tipos reducido y superreducidos de IVA, en el foco de la Comisión Europea desde hace lustros y que drenan decenas de miles de millones de euros de recaudación fiscal año tras año. Se ha limitado a decir que se actuará prioritariamente sobre los incentivos que afecten más a la progresividad y a la redistribución...sin aclarar cuáles son.

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