Podrán deducirse un 25% en Sociedades

Montero 'perdona' a telecos y grupos de comunicación parte de la tasa Google

Fotografía de María Jesús Montero con Reyes Maroto / EFE
Fotografía de María Jesús Montero con Reyes Maroto / EFE

El diseño del nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales que el Ejecutivo llevará en las próximas semanas al Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria deja un resquicio para que los contribuyentes con sede fiscal en España obligados por este impuesto -principalmente, grandes 'telecos' y empresas de comunicación-, puedan abaratar la factura en su cuenta de gastos fiscales por el conocido  popularmente como 'tasa google' o 'impuesto tech'.

El motivo, según confirman fuentes de Hacienda, es que la Administración Tributaria reconocerá la deducibilidad de las cuotas abonadas por esta nueva figura impositiva en el Impuesto de Sociedades, en virtud del mismo principio que rige para el IVA sobre el carácter deducible de las "operaciones gravadas realizadas en el interior del país y ligadas a gastos relacionados con la actividad económica". El reconocimiento de este principio a los contribuyentes del nuevo 'impuesto tech' les permitirá deducirse en la base de Sociedades el 25% de las cuotas satisfechas por el tributo.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, puso especial interés en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en subrayar que el impuesto -que plantea un tipo del 3% sobre la facturación obtenida por determinados servicios digitales- se aplicaría de la misma forma a todas las empresas obligadas con independencia de su nacionalidad, pero este mecanismo sí crea una suerte de 'doble escala' en la aplicación del impuestos, según explican las fuentes de la asesoría fiscal consultadas.

"Las empresas que operan bajo el régimen fiscal español tienen la opción de deducirse la cuota en el Impuesto de Sociedades, pero en el caso de las empresas con residencia en otros países esa opción dependerá de la normativa del país dónde están. Algunas no podrán hacerlo", asegura un consultor especializado en la nueva imposición digital.

Las principales beneficiarias de esta situación serán las grandes 'telecos' españolas a las que la ofensiva local contra las estrategias de elusión fiscal de los gigantes tecnológicos ha cazado de lleno y que por lo menos tendrán en esta deducción un pequeño alivio sobre ese coste extra que les va a tocar asumir por los pecados ajenos. En ese grupo de 'aliviados' estarán también los grandes grupos de comunicación que también han caído dentro de la bolsa de contribuyentes del nuevo impuesto. Más suerte han tenido por ejemplo la banca y los grandes de la distribución, a los que el Ejecutivo de Sánchez ha dispensado de la aplicación del impuesto bajo el argumento de que obtienen sus beneficios de la comercialización de un producto tangible.

Dudas sobre la potencia recaudatoria del nuevo impuesto

En el mundillo fiscal las dudas en torno al impuesto son innumerables. El Gobierno hizo un esfuerzo a lo largo del año pasado para marcar de alguna manera el perímetro de las empresas afectadas, pero todavía se desconoce hasta qué punto las grandes empresas españolas con más de 750 millones de euros de facturación pueden llegar a caer en el perímetro de este impuesto en el caso de realizar alguna gran operación de naturaleza digital que supere ese techo de tres millones de facturación.

Persiste también grandes zonas de sombra respecto a cómo habrá que declarar el impuesto, el tipo de información que se deberá proporcionar y, después del anuncio realizado por el Ejecutivo de que no se liquidará hasta diciembre de 2020, ahora también sobre el pago del tributo.

Desde la Inspección de Hacienda también se han manifestado dudas en torno al control del mismo. Los inspectores de Hacienda auguran que será complicada hasta la simple aplicación del impuesto. Lo ejemplifican en la intención de gravar los servicios de publicidad online. Las grandes plataformas tecnológicas cierran acuerdos con empresas de implantación planetaria para insertar sus comerciales en todo el mundo y a las personas que más les interesan. ¿Cómo controlar cuándo ese anuncio comercial se activa en España, en Francia o en Tailandia? "Exige que las plataformas tenga una trazabilidad precisa sobre todas las conexiones y desde dónde se realizan. Y es muy posible que la tengan, pero no sé si será tan sencillo que la Administración Tributaria pueda controlarlo", advertía hace meses el consejero de Finanzas de la Reper e inspector de Hacienda del Estado, Jorge Ferreras.

Las incertidumbres se extienden al potencial recaudatorio real de la figura. El Gobierno ha calculado sin mucho fundamento -no existe ninguna referencia sobre el funcionamiento de una figura tributaria de esa naturaleza- que el impuesto puede reportar en torno a 960 millones d euros anuales, por debajo de los 1.200 millones que previeron en su plan presupuestario para 2019 y de los 1.500 millones que llegó a asegurar Cristóbal Montoro que se obtendrían con su puesta en marcha, pero tanto la Comisión Europea como la Autoridad Fiscal ya han puesto en duda estas grandes cifras.

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