Moody's se ha quedado a un paso de seguir el ejemplo de S&P y Fitch y bajar la nota de la deuda española. Pero, por el momento, ha preferido esperar y se ha limitado a advertir que la pone bajo revisión, debido al deterioro de las perspectivas de crecimiento, tanto a corto como a largo plazo.
Los cambios introducidos por el Gobierno en materia fiscal, como la subida del IVA que entrará en vigor mañana, también despiertan dudas a la agencia de calificación. No obstante, Moody's también señala que, llegado el punto, si decidiera rebajar el rating a España, éste apenas supondría perder un escalón.
Actualmente, Moody's confiere a la deuda española matrícula de honor, con una triple A, frente al AA+ de Fitch y el AA de S&P. Estas dos últimas agencias ya rebajaron la nota de España en abril y mayo, respectivamente.
S&P también justificó su recorte en un empeoramiento de las previsiones de crecimiento de la economía española. "Creemos que el PIB español crecerá una medida del 0,7% anual durante el periodo 2010-2016, frente a nuestra perspectiva enterior del entorno del 1% anual", señala Marko Mrsnik, analista de S&P credit analyst, cuando su agencia optó por bajar el rating.
Fitch, por su parte, argumentó que la vuelta a la recuperación económica será "más difícil y prolongada" para España que para otras economías con la misma nota.
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