La morosidad de la banca registra nuevo mínimo y se queda en el 4,18% en mayo

La morosidad de los créditos concedidos por la banca española bajó de nuevo en mayo hasta el 4,18%, apenas una centésima respecto al mes anterior, pero suficiente para anotarse su nivel más bajo desde enero de 2009, según los datos publicados este martes por el Banco de España. También mejora sustancialmente los datos de mayo del año pasado, cuando registró una tasa del 4,55%, casi cuatro décimas más.

El saldo vivo de la cartera crediticia que se mantenía en vigor a finales de mayo continuaba en 1,221 billones, igual que el mes anterior; en tanto que el saldo de impagados se reducía ligeramente, en torno a 166 millones de euros, y se quedaba en 51.035 millones. Por su parte, la cartera de dudosos mejoró en 4.157 millones en esos doce meses, desde los casi 55.200 millones que se encontraban en impago entonces.

El Banco de España también publica cada mes la morosidad agregada de bancos, cajas de ahorro y cooperativas -cajas rurales y profesionales-, por una parte, y, por otra, la correspondiente a las financieras de consumo o establecimientos financieros de crédito. La morosidad de bancos, cajas y cooperativas también perdió una centésima, igual que la general del sistema, y quedó en el 4,08%, igualmente su nivel mínimo desde enero de 2009.

La cartera crediticia de estas entidades se mantuvo en 1,172 billones de euros, en tanto que los dudosos bajaron ligeramente, hasta 47.819 millones, lo que explica la pequeña mejora del porcentaje moroso. Por el contrario, la morosidad de las financieras de consumo (EFC) volvió a aumentar, hasta el 7,15% en esta ocasión, con lo que lleva ya tres meses por encima del 7% y marca su máximo en seis años, concretamente desde junio de 2016.

La cartera de estos créditos, que se solicitan fundamentalmente para la adquisición de grandes bienes de consumo, entre ellos automóviles, electrodomésticos e incluso teléfonos móviles de última generación, se redujo ligeramente, desde 42.003 millones a 41.969 millones. Los impagos, por su parte, aumentaron, también ligeramente, pero en cantidad suficiente para que se elevara el porcentaje de morosidad.