Revueltas inéditas en este siglo en Cuba

El 'motín cubano' salpica a las casi 300 empresas españolas asentadas en la isla

Empresas hoteleras relevantes, como NH hotel o Iberostar, grandes compañías aéreas, como IAG y Air Europa, bancos de envergadura, como BBVA o Sabadell, observan con inquietud las revueltas originadas.

cuba protestas
El 'motín cubano' salpica a las casi 300 empresas españolas asentadas en la isla.
Agencia EFE

En la segunda entrega de El Padrino, Francis Ford Coppola refleja en una escena la revolución comunista de 1959, que fue liderada por Fidel Castro y que supuso para la mafia americana un golpe mortal en sus negocios en La Habana. Éstos comenzaron a huir en en sus yates de la isla, mientras los seguidores del nuevo dictador celebraban su victoria al grito de "¡Viva la revolución!". Desde entonces, esta pequeña isla del Atlántico ha estado retando a toda una superpotencia como EE.UU.

Y parte de ese éxito se ha debido a la estabilidad del país, que siempre ha estado bajo el yugo coercitivo del comunismo, representado por los hermanos Castro y por Díaz-Canel (actual presidente). Sesenta años después, miles de ciudadanos se rebelan en las calles por la falta de alimentos y medicamentos y piden la caída del Gobierno. Sin embargo, en este motín, a diferencia del anterior, los negocios afectados son lícitos y, además, podrían afectar a innumerables empresas españolas.

Según el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), hay 285 empresas españolas en Cuba. Entre estas casi 300 compañías abundan muchos nombres que aparecen reflejados en el Ibex 35 (que recoge a las 35 empresas españolas con mayor liquidez). Así, a pocos metros de la Bahía de la Habana están situadas las oficinas centrales de una empresa filial de El Corte Inglés, Viajes El Corte Inglés. Cuba es una apuesta a largo plazo de la empresa de las hermanas Álvarez, poco a poco ésta ha ido aumentando su presencia en la isla y así se pudo apreciar a principios de 2018 cuando comenzaron a comercializar allí sus productos alimenticios. Otra empresa con renombre, y relacionado con el sector, es Freixenet -dedicada íntegramente a la producción y posterior venta de vinos espumosos- y que cumple 33 años en la isla. En 2018 aseguraron que Cuba era un mercado "muy importante sentimentalmente para la dirección".

Lluis Ortega, director de UCSA Freixenet para Latinoamérica y el Caribe, asegura que "estas primeras revueltas nos están afectando mucho ya que los cubanos ahora no están pensando, ni mucho menos, en comprar un vino o un cava". Ortega sentencia exhibiendo cierto pesimismo, "si estas manifestaciones siguen así, nos tememos lo peor: la represión, posible retroceso de ventas significativo y quién sabe qué más".

Sin embargo, en Cuba también se encuentran otro tipo de empresas, como aquellas entidades relacionadas con la banca. Así, en la propia capital de la isla podemos vislumbrar las oficinas del segundo banco de España con mayor número de activos -BBVA- y al quinto con mayor liquidez, Banco Sabadell. Pero el mayor número de empresas españolas desplegado en la isla son todas aquellas relacionadas con el turismo. Éstas van desde compañías de avión, como IAG o Air Europa, a hoteles, como NH hotel, Hotel Barceló e Iberostar. La presencia de estas grandes empresas en una isla que presenta un clima de tensión política y social apenas reducirá el Producto Nacional Bruto español, pero sí generará incertidumbre en estas compañías, que muchas de ellas tienen especial importancia para el país.

La mayoría de las empresas españolas están situadas en La Habana. Aunque hay excepciones, como la filial de la empresa catalana Condal Trade Barcelona S.A, que se encuentran en Artemisa, una de las primeras ciudades donde se apreciaron altercados en las calles. Desde el periódico La Información hemos contactado con los responsables de algunas empresas españolas de Cuba. Éstas, pese a estar controladas por capital español, tienen al frente a trabajadores cubanos que son defensores acérrimos del régimen y de la "revolución". "Nosotros estamos con el presidente, agradecidos a él y con los principios de la revolución", dice el responsable del Hotel Villa Clara -una empresa que pertenece a la empresa balear Valentín S.L-, que prosigue, "muchas personas han sido pagadas, y así lo ha dicho el noticiero de la Televisión Cubana, por los gusanos de Estados Unidos para levantar esas revueltas".

"Todo está muy tranquilo y controlado, como usted ve estamos en la empresa, trabajando con normalidad", dice la responsable de Miesa Ingeniería S.A, una empresa vizcaína creada en 1983, que continúa, "esto es una situación de incomodidad, pero no afecta en nada a nuestro negocio". Rafael, que está al cargo de Assice Yield S.L en Cuba, una empresa de Padul (Granada), sostiene que "aquí todos estamos bien, la vida sigue aquí normal, como siempre" y predice que esta revuelta, "made in USA" (fabricada en EE.UU), se "acabará" porque "se impondrá la firmeza del pueblo". En la empresa española Ibercub, que ofrece suministros industriales y hoteleros, su responsable asegura que "no tenemos ningún problema porque hay muchas personas revolucionarias que están en la calle cubriendo para que podamos trabajar, está todo bajo la normalidad".  

En noviembre de 2018 Pedro Sánchez -que había sido nombrado presidente unos cuantos meses atrás- visitó la isla de Cuba acompañado de personas de especial relevancia en el país a nivel político y económico: el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, el ministro, por entonces, de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y la actual ministra de Industria, Reyes Maroto. Allí, el presidente Sánchez reconoció el papel desempeñado por las empresas españolas y se comprometió a acometer nuevos proyectos en la isla. Tres años después, Cuba vive una situación de inestabilidad política sin precedentes en este siglo. El interés político y económico que manifestó el Ejecutivo tendrá que demostrarlo durante estas revueltas -a través de José Manuel Albares, nuevo ministro de Asuntos Exteriores-, y desplegar con ello toda una batería diplomática que mantenga a salvo a estas casi 300 empresas españolas que tienen intereses en la isla.

Mostrar comentarios