Motín de los contratistas de Aena contra García-Legaz por alentar pujas a derribo

  • El nuevo presidente de Aena introducirá cambios en los pliegos, pero rechaza prescindir de las pujas como método de adjudicación de bienes y servicios
Motín de los contratistas de Aena contra García Legaz por favorecer subastas a precio de derribo
Motín de los contratistas de Aena contra García Legaz por favorecer subastas a precio de derribo

Jaime García-Legaz, el nuevo presidente de Aena, se ha visto obligado nada más aterrizar en el gestor aeroportuario a lidiar con uno de los mayores focos de tensión en la gestión de la empresa público-privada: su controvertido sistema de contratación. La inclinación de Aena a utilizar las pujas por vía electrónica como mecanismo habitual para adjudicar los bienes y servicios contratados con empresas privadas es muy contestada por los tradicionales contratistas de la empresa que perciben las subastas como un incentivo a la presentación de ofertas con bajas temerarias que pueden llegar a comprometer la calidad del servicio. 

La situación de caos generada el pasado verano en el aeropuerto de El Prat como consecuencia de la huelga de los trabajadores de los servicios de seguridad, contratados por Aena con Eulen siguiendo el criterio de la oferta más económica, ha empoderado a los grandes contratistas del gestor aeroportuario que después del verano no solo han redoblado sus críticas a las contrataciones por subasta electrónica sino que han actuado en otros cauces dejando desiertos varios concursos de contratación planteados por Aena por las ajustadas condiciones de precio que éstos preveían. 

Una de las entidades más activas de esa corriente crítica ha sido la patronal de las grandes empresas de limpieza, Aspel, que hace escasas fechas emitió un comunicado en el que abogaba por suprimir los procesos de contratación por subasta electrónica y empezar a utilizar sistemas diferentes que no solo se guíen por el criterio del precio sino que evalúen el nivel de calidad que se presta en el servicio.

El asunto, heredado de la época de José Manuel Vargas, está ya sobre la mesa de Jaime García-Legaz, al que un puñado de grandes proveedores de Aena ya le han solicitado que suprima o al menos limite el recurso a las subastas electrónicas por parte del gestor aeroportuario a la hora de adjudicar la provisión de los bienes y servicios que hacen que los aeropuertos operen en su día a día con normalidad: seguridad, limpieza, asistencia a pasajeros...

Según fuentes conocedoras de estos contactos, la respuesta de Jaime García-Legaz a estas demandas ha sido contundente: Aena seguirá haciendo uso de las subastas electrónicas en sus procedimientos de contratación. El argumento del nuevo presidente del organismo aeroportuario es, según estas mismas fuentes, que las actuaciones de Aena están sujetas al llamado DORA (Documento de Regulación Aeroportuaria), emitido por el Ministerio de Fomento, y que éste insta a Aena a conseguir las mayores cotas de eficiencia en sus procesos de contratación administrativa, lo que le obliga como gestor a intentar obtener el mejor servicio posible al menor precio. 

Más garantías en los procesos de contratación

Un camino, el de la economía en la contratación, que Aena parece haber transitado con solvencia en los últimos años. El Ministerio de Fomento admitía hace unos días en una respuesta al diputado de Ciudadanos, Francisco de la Torre, de la que se hacía eco Europa Press, que al menos el 25% de los contratos del gestor aeroportuario se adjudicada a un precio un 30% inferior al de salida, que se supone que define el coste normal al que debe prestarse un servicio.

Los proveedores de Aena sí han obtenido el compromiso firme de Jaime García-Legaz de que la compañía fijará precios de salida razonables en las licitaciones - el excesivo ajuste en los precios de salida era otra de las quejas de los contratistas del gestor público-privado - y de que realizará cribas previas en los procesos de contratación más importantes para expulsar de los concursos a aquellos candidatos que no cumplan el nivel técnico mínimo para garantizar la adecuada prestación del servicio. A partir de ahí, eso sí, competencia libre y adjudicación a la oferta más económica que cumpla los requisitos establecidos en el contrato.

Sin embargo, Aena tendrá también nuevos límites a la hora de buscar la mayor eficiencia económica en sus procesos de contratación. La nueva Ley de Contratos Públicos prohíbe la utilización de la subasta electrónica para la contratación de servicios de fuerte componente intelectual, como los contratos de ingeniería o consultoría. Un ámbito que precisamente empezó a hacer lobby ante el Gobierno por esta circunstancia a raíz de una serie de contrataciones por la vía de la puja realizadas por Aena.

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