Montevideo, 28 sep.- El presidente uruguayo, José Mujica, comunicará el próximo lunes a la presidenta argentina, Cristina Fernández, su decisión sobre el pedido de la papelera finlandesa UPM de incrementar su producción, asunto que es rechazado por las autoridades del vecino país, señalaron hoy fuentes oficiales.
El mandatario tiene previsto viajar el próximo lunes a Buenos Aires para participar en el bautismo de un nuevo barco de la empresa Buquebus, denominado Francisco en homenaje al papa argentino, y que tendrá a Cristina Fernández como madrina.
El buque unirá los puertos de Buenos Aires y Montevideo en poco más de dos horas.
Mujica, en declaraciones realizadas en Nueva York a la agencia Bloomberg, dio a entender que podría autorizar un alza en la producción de UPM a cambio de la exigencia de mejoras medioambientales a la empresa.
"Te doy para que tú me des pero si tú no me das no te doy. La decisión no es simple. Es media con sentido ubicado en la media línea, con un tipo de exigencia para mejora ambiental de la propia compañía", señaló el presidente.
Explicó que esa mejora en el cuidado del medio ambiente tiene que ver con perfeccionar la refrigeración del agua que se vierte al río Uruguay para bajar la temperatura y disminuir el grado de fósforo que contiene.
UPM planteó al Gobierno uruguayo su deseo de aumentar de 1,1 a 1,3 millones de toneladas su producción anual de celulosa lo que es rechazado por autoridades argentinas y grupos defensores de medio ambiente, con el argumento de una posible contaminación de la zona.
Las autoridades de la empresa anunciaron el pasado día 25 en un comunicado que no retomará su actividad tras su paro anual de mantenimiento y que decidió aguardar hasta obtener el permiso del Gobierno uruguayo para incrementar su producción en 200.000 toneladas anuales.
La planta de UPM (ex Botnia) está ubicada en la orilla uruguaya del río Uruguay, frente a la costa argentina y la ciudad de Gualeguaychú.
Su instalación fue motivo del peor conflicto en décadas entre ambos gobiernos y derivó en un juicio frente a la Corte Internacional de Justicia de La Haya y en el bloqueo durante tres años por parte de vecinos de Gualeguaychú del más importante puente que une ambos países.
Tras el fallo de la Corte, en 2010, según el cual la planta no contamina pero Uruguay no informó debidamente a Argentina sobre los detalles de la construcción, se creó una comisión conjunta que se encarga de vigilar y controlar la contaminación en el entorno de UPM.
Hasta ahora la comisión realizó cerca de treinta controles de agua en la interior y en las proximidades de la planta y las muestras se analizan en Canadá, pero sus resultados no se han hecho públicos debido a la falta de acuerdo técnico entre ambos gobiernos.
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