Mujica cree que falta de pedidos de adhesión a Mercosur señala estancamiento

  • El presidente uruguayo, José Mujica, considera que el hecho de que ningún país "llame a la puerta" para pedir su adhesión al Mercosur es una señal de su estancamiento y añadió que el bloque carece de "garantía institucional", en una entrevista difundida hoy por el rotativo "Folha de Sao Paulo".

Sao Paulo, 29 ene.- El presidente uruguayo, José Mujica, considera que el hecho de que ningún país "llame a la puerta" para pedir su adhesión al Mercosur es una señal de su estancamiento y añadió que el bloque carece de "garantía institucional", en una entrevista difundida hoy por el rotativo "Folha de Sao Paulo".

"Mercosur en cuestión de intercambio está muy bien. A pesar de las dificultades creció, pero no tiene garantía institucional. Funciona movido por llamadas, por la gestión de las cancillerías cuando se tiene un problema aquí y allá", dijo Mujica, en una entrevista concedida al diario brasileño el pasado día 17 en Sao Paulo.

El jefe del Estado señaló que, teniendo en cuenta ese punto de vista, el bloque "no tiene la fluidez de una relación natural. No crece porque para crecer tendría que ser muy tangible la visión fuera de que es un buen negocio entrar en Mercosur".

"Si nadie llama a la puerta para entrar, ésa es la mejor señal de que estamos estancados", agregó el presidente sobre la organización formada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Mujica se refirió también a la postura de Uruguay frente a la posibilidad de juzgar delitos cometidos durante la dictadura (1973-1985) y rechazó que pueda constituir un modelo para Brasil debido a las diferencias entre ambos países.

"Nosotros no tuvimos otra alternativa que no fuera revisar ese proceso que fue muy duro para la Historia de Uruguay. Pero no piense que es simple o fácil. En cuanto uno quiere juzgar cuál es el inicio y el fin, otro quiere superar lo que pasó", dijo el presidente uruguayo.

"Todavía es una medida muy fuerte. Hay ciertos recuerdos que perduran en el tiempo y lo peor es correr el riesgo de formar una nueva generación con las pasiones y las inclinaciones de la vieja generación", razonó.

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