Náufrago salvadoreño regresa a México para dar mensaje a familia de compañero

  • El pescador salvadoreño José Salvador Alvarenga, quien dice haber pasado más de un año a la deriva en el mar, llegó hoy al estado mexicano de Chiapas, punto de partida de su odisea, para reunirse con la familia de su compañero de naufragio, Ezequiel Córdova, quien murió.

San Cristóbal de Las Casas (México), 14 mar.- El pescador salvadoreño José Salvador Alvarenga, quien dice haber pasado más de un año a la deriva en el mar, llegó hoy al estado mexicano de Chiapas, punto de partida de su odisea, para reunirse con la familia de su compañero de naufragio, Ezequiel Córdova, quien murió.

"Vengo a México a contarle los detalles a la madre de mi compañero, lo que sucedió con él, para cumplir las promesas con su mamá, de decirle lo que me dijo para ella el finado", declaró Alvarenga en una improvisada rueda de prensa en el aeropuerto de Tapachula (Chiapas), ciudad en la que pasará la noche.

El pescador salvadoreño se propone trasladarse este sábado a la comunidad de El Fortín, municipio de Pijijiapan, en la costa del Pacífico mexicano.

Alvarenga dijo sentirse feliz por ver nuevamente a sus compañeros chiapanecos de la playa de la que partió en noviembre de 2012 con Córdova en una embarcación de siete metros de eslora y fibra de vidrio a pescar tiburones.

Acompañado de sus padres y de un abogado, Alvarenga muestra dificultades para caminar pero se manifiesta tranquilo y acepta que escribirá un libro para contar su historia.

El pescador salvadoreño no quiso revelar a los reporteros qué le dirá a la madre de su compañero de naufragio, con quien pensaba regresar horas después de su partida con algunos escualos.

Sin embargo, según el relato de Alvarenga, una tormenta les desvió de su curso, quedaron a la deriva, Córdova murió unos cinco meses después "de hambre" y de "sed", y él arrojó su cadáver al mar.

Durante los meses que estuvo a la deriva, Alvarenga, de 37 años, comió pescado y aves crudas, y bebió sangre de tortugas y su propia orina para sobrevivir.

El pescador salvadoreño fue rescatado el 30 de enero pasado en las Islas Marshall, en el Pacífico Sur, a unos 13.000 kilómetros de distancia.

Después de ser rescatado, Alvarenga asombró al mundo con su historia, fue hospitalizado en varias ocasiones y este viernes, no repuesto del todo, regresó al punto donde empezó su aventura.

El pescador partió el viernes desde San Salvador hacia México en un vuelo comercial, en un viaje costeado por la Fundación ALBA, perteneciente a la empresa venezolano-salvadoreña ALBA Petróleos, que entregó los billetes de avión al pescador y su familia en un acto público celebrado la semana pasada en la capital salvadoreña.

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