Negociadores sobre cambio climático vuelven a la mesa con un nuevo texto

  • Negociadores de un histórico acuerdo de lucha contra el cambio climático volvieron este martes a la mesa en Bonn con un nuevo texto, tras las protestas la víspera de más de 130 países en desarrollo que se consideraban ignorados.

El borrador de acuerdo debe ser presentado en la gran conferencia sobre el clima (COP21) de París en diciembre, y supone el primer esfuerzo coordinado a nivel internacional para luchar contra el calentamiento del planeta.

"Hubo un progreso sustancial para corregir los desequilibrios" del texto, aseveró la portavoz del denominado G77, que agrupa a los países en desarrollo y a China, la sudafricana Nozipho Mxakato-Diseko.

La representante de ese grupo de 134 países dio un puñetazo en la mesa el lunes al considerar que el borrador, reducido de 80 a 20 páginas, no reflejaba sus intereses.

Tras una jornada de enmiendas, en la madrugada del martes (hora local) un nuevo texto de 34 páginas fue presentado a los negociadores, que deben cerrar las discusiones de aquí al viernes.

La COP21 de París debe ser inaugurada por jefes de Estado y de gobierno.

El forcejeo negociador es clave en esta última recta antes de París porque los objetivos son ambiciosos.

La COP21 quiere limitar el aumento de la temperatura del planeta a un máximo de 2ºC mediante un recorte de las emisiones de gases en las próximas décadas.

También quiere establecer las bases para abandonar paulatinamente las energías de origen fósil (petróleo, carbón) de aquí a 2050, financiar la ayuda a los países en desarrollo, evaluada en 100.000 millones de dólares anuales, y establecer controles mutuos para verificar el cumplimiento de los compromisos.

El temor que flotaba en Bonn el lunes es que el texto, aún lleno de corchetes, paralice las negociaciones.

El último intento de la comunidad internacional para alcanzar un acuerdo tan ambicioso se saldó con un sonoro fracaso, en Copenhague en 2009.

"Está claro que el texto ha sido expandido, pero no está ni de lejos cerca de las más 180 páginas que teníamos antes de Copenhague", recordó este martes en rueda de prensa un representante de la ONG Christian Aid, Mohamed Adow.

El presidente francés, François Hollande, dijo el lunes que en París habría un acuerdo, pero que el meollo era saber cuán ambicioso.

Algunas fuentes independientes que observan las negociaciones advierten que el forcejeo es normal en este último tramo negociador.

Argelia, que copreside la reunión, es a su vez miembro del G77.

"Tengo mucha confianza, la disciplina es muy importante. No tenemos la intención de hinchar excesivamente el texto", aseguró el representante de los Estados peninsulares (Aosis), Amjad Abdula.

La asamblea de negociadores, que representa a los 195 miembros de la COP, se dividió el texto en grupos de trabajo.

El canciller francés, Laurent Fabius, visitará este martes la sede de la COP21 para evaluar el ritmo de las negociaciones a seis semanas de París.

El lunes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su frustración por la lentitud de las negociaciones y advirtió: "no hay plan B porque no hay planeta B", dijo.

Hollande, la canciller alemana Angela Merkel y otros mandatarios abogaron el lunes por establecer un precio a las emisiones de carbono, para incentivar la lucha contra el calentamiento.

"Si este acuerdo va a sentar las bases que el mundo necesita para enfrentar el desafío del cambio climático, de Bonn tiene que salir un texto mucho más ambicioso, equitativo y transformador", explicó a la AFP Mariana Panuncio, directora de cambio climático para América Latina de la organización ecologista WWF.

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