Berlín, 21 ene.- Los aeropuertos internacionales alemanes de Fráncfort y Múnich, los mayores del país, anunciaron hoy la cancelación de mas de 300 vuelos debido a la gran helada sufrida por el primero y las fuertes nevadas caídas en el segundo a los largo de las últimas 24 horas.
La helada registrada la pasada tarde en el aeropuerto internacional de Fráncfort ha obligado hoy a cancelar mas de un centenar de vuelos, mientras otros muchos sufrirán retrasos, informó hoy un portavoz del mayor aeródromo continental de Europa.
En el caso de Múnich, un portavoz del aeropuerto comunicó hoy que al menos 200 vuelos han sido suspendidos hoy por la fuerte nevada que ha caído en la región y aconsejado a los pasajeros de los vuelos nacionales que renuncien al avión y utilicen el tren para sus desplazamientos.
La compañía aérea Lufthansa, la mayor de Alemania, comunicó que unos 140 vuelos con destinos nacionales y europeos, han sido cancelados en Fráncfort ya para esta jornada y que se producirán "con seguridad muchos retrasos" hasta que los planes de vuelo vuelan a recuperar su rutina.
Lufthansa ha comunicado a sus pasajeros que pueden cambiar gratuitamente sus pasajes de avión por billetes de tren para aquellos vuelos que han sido suspendidos por razones meteorológicas y pide a sus clientes que se informen vía internet sobre las rutas afectadas antes de desplazarse a los aeropuertos.
Mientras tanto, un portavoz meteorológico anunció que para hoy no se espera un nuevo "Blitzeis", una tipo de helada que se produce con lluvia fría que al contacto con el suelo helado hace que las superficies se conviertan en pistas de patinaje y cubre los aviones de una fuerte capa de hielo.
Esta situación se produjo en Fráncfort en la tarde del domingo y obligó, a las 16,30 horas (15,30 GMT), a paralizar por completo el tráfico aéreo, ya que la capa de hielo sobre los aviones era tan espesa que resultaba imposible retirarla con cañones de líquido anticongelante.
"Nunca habíamos visto tanto hielo sobre los aviones. Ha sido extremo", señaló un portavoz del aeropuerto.
La helada obligó a suspender más de 300 vuelos hasta las 23,00 horas (22,00 GMT) en que se volvieron a conceder permisos de despegue en Fráncfort, donde las nevadas matutinas ya habían mermado apreciablemente el tráfico aéreo.
La dirección del aeródromo comunicó igualmente que varios cientos de pasajeros tuvieron que pasar la noche en sus instalaciones, donde se puso a su disposición camas de campaña y se ofrecieron alimentos y bebidas.
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