A nadie se le escapa a estas alturas de la generación de consolas que Nintendo está atravesando la peor crisis de los últimos años. La precariedad vendida en los últimos años a precio de oro ha pasado factura y la burbuja les ha estallado en la cara. La gallina bigotuda y fontanera de los huevos de oro empieza a no dar los beneficios previstos. Sin embargo, una cosa es la realidad y otra bien distinta las previsiones.
En esta ocasión han predicho que las ventas de la portátil Nintendo 3DS incrementarán de manera significativa dentro de un año. Parece lejano, pero son declaraciones bien sólidas.
Las estimaciones dicen que para el final del próximo año fiscal, Nintendo habrá vendido un total de 18,5 millones de unidades que en comparación con los 17,13 millones de este año significan un gran incremento y, por tanto, elementos positivos para aferrarse a la idea de que un futuro mejor es posible. Mejor, económicamenente hablando, claro.
La apuesta va por todos los nuevos juegos que están en camino, incluyendo a New Super Mario Bros. 2 y Animal Crossing. La apuesta es arriesgada, pero no será la primera vez, ni la última, que Nintendo resurge con más fuerza que nunca aprovechando el tirón de la nostalgia y vendiéndonos, por enésima vez, el mismo perro con distinto collar.
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