Norteamérica e Irak dominarán el mercado energético en las próximas décadas

  • América del Norte e Irak dominarán la producción y exportación de petróleo en las próximas décadas hasta 2035, lo que conllevará "cambios radicales" en el mercado energético mundial, según indicó hoy la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Judith Mora

Londres, 12 nov.- América del Norte e Irak dominarán la producción y exportación de petróleo en las próximas décadas hasta 2035, lo que conllevará "cambios radicales" en el mercado energético mundial, según indicó hoy la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Al presentar en Londres su informe anual sobre perspectivas energéticas, la AIE aseguró que Estados Unidos y Canadá inducirán una revolución en el panorama energético debido al incremento de su producción de crudo ligero y gas de esquisto, que los convertirá en exportadores netos de energía para 2030.

Gracias a sus yacimientos de petróleo ligero, a los que puede acceder ahora por el desarrollo de nuevas tecnologías, EEUU se erige como la primera potencia energética mundial y se prevé que para 2017 lidere la producción de crudo, con más de once millones de barriles diarios, justo por delante de Arabia Saudí.

Esta preponderancia de Estados Unidos, que además liderará la producción de gas a partir de 2015, "durará unos cinco años" y se espera que, a no ser que se descubran nuevos yacimientos, Arabia Saudí regrese posteriormente al liderato, pronosticó el economista jefe de la Agencia, Fatih Birol.

Hacia 2035, América del Norte, con EEUU a la cabeza, será "prácticamente autosuficiente" en términos energéticos, ya que no solo reduce sus importaciones, sino mejora de forma sustancial "su eficiencia energética", apuntó el experto.

De aquí a 2035, la demanda mundial de petróleo crecerá hasta 99,7 millones de barriles diarios -de 87,4 millones en 2011-, espoleada por el consumo de los gigantes asiáticos, sobre todo la India, China y Oriente Medio, de donde procederá un 60 % del consumo.

En esa fecha, la AIE, fundada en 1974 para velar por los intereses energéticos de sus 28 países miembros, entre ellos España, prevé que el precio del petróleo alcanzará los 125 dólares -al valor de hoy-, un 14,5 % más que en la actualidad.

Ante el aumento de la demanda, Irak "será clave" para abastecer al mercado y se calcula que será responsable de un 45 % del aumento de la producción mundial, con potencial para poner en el mercado 8,3 millones de barriles diarios en 2035.

La AIE hizo hoy especial hincapié en la necesidad de que los países apliquen cuanto antes medidas de ahorro energético a fin de reducir el consumo, sobre todo en el sector del transporte -camiones y coches- y la contaminación ambiental.

En este sentido, Birol alertó de que, si se aplican estas medidas, puede retrasarse cinco años, hasta 2022, la fecha tope estimada para reducir las emisiones de carbono y limitar a 2ºC el calentamiento del planeta, un objetivo antes ensalzado y que ahora los Gobiernos, dijo, parecen haber relegado.

Con mejoras en la eficiencia energética, podría "reducirse a la mitad" el aumento de la demanda global de petróleo prevista hasta 2035, apuntó el economista.

Así, señaló que la autosuficiencia energética de EEUU se consigue no solo por el aumento previsto de la producción y gradual reducción de sus importaciones, sino también "por las iniciativas de eficiencia introducidas por el Gobierno de Barack Obama".

En todo caso, el dominio de EEUU a partir de 2017, aunque pueda ser puntual, tendrá un impacto indeleble en el mercado energético mundial al reconducir las exportaciones de petróleo desde Oriente Próximo "principalmente hacia Asia".

En 2035, "casi un 90 % de las exportaciones de petróleo de Oriente Próximo van hacia Asia", según las previsiones de la Agencia, que admite que ese reajuste de los intereses económicos afectará a la geopolítica y las decisiones en política exterior.

En cuanto a la electricidad, la AIE, con sede en París, destacó el descenso de la energía nuclear en Japón y varios países europeos, lo que, combinado con los altos subsidios concedidos a las energías renovables, puede traducirse en precios más altos para los consumidores de esas zonas y una pérdida de competitividad.

Mostrar comentarios