El pasado 31 de marzo entró en vigor en contrato de formación en alternancia, un nuevo mecanismo que pretende abrir la puerta del mercado laboral a los más jóvenes y una fórmula que puede ser una interesante alternativa para combatir la temporalidad, con gran protagonismo en el mercado laboral español y cuya reducción drástica se ha convertido en el principal objetivo del Gobierno con su reforma laboral. El nuevo modelo de formación, que recoge el Real Decreto ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, incluye algunas novedades a considerar con respecto al anterior, al que se recurrió de forma testimonial.
La formación en alternancia ha sido bien recibida por las pequeñas empresas, que encontrarán una vía de flexibilidad, además de bonificada, significativa, y por parte de los centros universitarios, de formación profesional y las entidades formativas acreditadas o inscritas con las empresas y entidades colaboradoras, que confían en su efectividad para que los jóvenes se formen y desembarquen en el mercado de trabajo, al que acceden cada vez más tarde. Se incide en la duración de estos contratos, que será de un mínimo de tres meses y un máximo de dos años, y en las bonificaciones por parte de la Seguridad Social, de 35% del sueldo el primer año -el anterior contrato contemplaba el 25%- y del 15% el segundo.
José Sancho, director de Formación en Alternancia del Centro de Estudios Profesionales CCC, una empresa de formación con 80 años de antigüedad y que cuenta con 29 ciclos de FP, apunta a La Información algunas de las claves de este contrato, que no duda que proporcionará una buena cualificación para los alumnos-trabajadores, que además tendrán facilidades como la teleformación y horarios amplios para sus estudios y que contarán con un camino fundamental para incorporarse al mercado laboral. Asegura que las empresas tendrán una alternativa muy atractiva para cubrir sus puestos, una opción que se puede aprovechar en la hostelería, que demanda mano de obra temporal, ahora vetada en buena medida por la reforma laboral.
Las empresas con menos de 250 empleados estarán exentas de cotizar por el trabajador con este contrato formativo y las de más solo abonarán el 75%
Los jóvenes, menores de 30 años, que se acojan a esta modalidad contractual deberán contar con la tutela de una persona designada por el centro o entidad de formación, y otra designada por la empresa, que deberá tener la experiencia o formación adecuadas, "que recibirán un importe de entre 60 y 80 euros mensuales". La empresa deberá garantizar que la persona que sea designada como tutora cuenta con el tiempo y los medios necesarios para asegurar el cumplimiento del plan formativo individual y la persona designada por el centro tendrá que mantener coordinación efectiva con la persona tutora nombrada por la empresa.
Destaca Sancho que las empresas con menos de 250 empleados estarán exentas de cotizar por el trabajador con este contrato formativo, mientras que las que tengan más de 250 trabajadores tendrán el 75% de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes bonificadas. "Esta nueva modalidad de contratación que sustituye a lo que hasta ahora ha sido el contrato de formación y aprendizaje, un tipo de contrato con una aceptación mínima, que se evidencia en los apenas 30.600 del año pasado en España, es decir, un 0,15% del total de 19,3 millones de acuerdos laborales sellados".
Asegura CCC que diseñará planes 'ad hoc' para empresas que necesiten adaptar este tipo de contratación a las características de sus puestos y destaca que se pueden firmar contratos de formación en alternancia con personas sin cualificación profesional reconocida. "En el caso de FP o Universidad, además, se pueden realizar contratos con personas que tienen una titulación anterior siempre que no hayan tenido otro contrato formativo previo en una formación del mismo nivel y del mismo sector productivo". Además, señala que la anterior modalidad solo estaba dirigida a los menores de 26 años y "ahora el tope estará en los 30". Junto a esto, si las personas contratadas bajo esta modalidad pasan a tener contratos indefinidos, la empresa podrá recibir durante los tres primeros años de su contratación 1.500 euros anuales si el trabajador es hombre y 1.800 euros en el caso de las mujeres.
La tasa de desempleo entre los jóvenes menores de 25 años se sitúa ligeramente por debajo del 30% y es la más reducida desde 2008
El contrato de formación en alternancia ha sido diseñado para combatir las altas cifras de desempleo juvenil que, aunque bajaron el año pasado, todavía arrastra España. Y es que, a finales de 2021, España se situaba en más de 450.000 menores de 25 años en paro según la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras, Eurostat también evidenciaba una tendencia positiva y señalaba que por primera vez en el paro juvenil en España -menores de 25 años- ha bajado del 30% desde 2008. Es decir, la mejor cifra desde que explotase la burbuja inmobiliaria y de la gran recesión.
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