Obama recibirá a Merkel en una cita dominada por Ucrania y la presión a Rusia

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá este viernes a la canciller de Alemania, Angela Merkel, en una cita que estará dominada por la persistente tensión en Ucrania y la posibilidad de aumentar las sanciones a Rusia, con el malestar alemán sobre el espionaje estadounidense en un segundo plano.

Lucía Leal

Washington, 1 may.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá este viernes a la canciller de Alemania, Angela Merkel, en una cita que estará dominada por la persistente tensión en Ucrania y la posibilidad de aumentar las sanciones a Rusia, con el malestar alemán sobre el espionaje estadounidense en un segundo plano.

Obama ha reservado cuatro horas en su agenda del viernes para recibir en la Casa Blanca a Merkel, con la que mantendrá una reunión en el Despacho Oval y ofrecerá una conferencia de prensa conjunta seguida por un almuerzo.

La primera visita oficial de Merkel a Washington desde 2011 y su primer encuentro bilateral con Obama desde el viaje del mandatario estadounidense a Berlín el pasado junio ha sido tratado con un inusual bajo perfil por parte de la Casa Blanca, que no llegó a confirmar formalmente el viaje anunciado por el Gobierno alemán.

No obstante, para Obama es crucial escenificar la unidad con Alemania en plena escalada de la tensión en Ucrania, y después de las sanciones impuestas el lunes a Rusia de forma coordinada por EE.UU. y la Unión Europea (UE).

"La alianza entre EE.UU. y Alemania es indispensable para afrontar los retos del siglo XXI, y uno de esos retos ahora, en lo referente a Europa, es el asalto en la soberanía y la integridad territorial que Rusia ha estado llevando a cabo contra Ucrania", dijo hoy el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, a los periodistas.

Muchos funcionarios y analistas estadounidenses ven a Merkel como la interlocutora clave de Occidente con el Kremlin, y la canciller alemana ha hablado media docena de veces con el presidente ruso, Vladímir Putin, en los últimos dos meses.

Aún así, su visita se produce en un momento delicado para Berlín, preocupado por el secuestro por parte de milicias prorrusas en el este de Ucrania de un grupo de observadores de la Organización de Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE), entre los que hay cuatro alemanes (tres inspectores militares y un intérprete).

Merkel conversó hoy por teléfono con Putin y le pidió ayuda para que sean liberados esos observadores de la OSCE, mientras que el mandatario ruso le insistió en la necesidad de que todas las unidades militares se retiren del sureste de Ucrania.

En ese contexto, es previsible que Obama intente acercar posturas con Merkel y ambos estudien la forma que podría tomar una futura nueva tanda de sanciones contra Rusia en caso de que ese país no dé pasos para cumplir el acuerdo diplomático firmado en abril en Ginebra.

Altos funcionarios estadounidenses advirtieron el lunes de que Washington está "dispuesto" a imponer sanciones a sectores concretos de la economía rusa, en especial si las tropas rusas que efectúan maniobras en la frontera entran en territorio ucraniano.

Las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre EE.UU. y la Unión Europea (UE) tendrán por tanto un papel secundario en la reunión entre Obama y Merkel, al igual que otro asunto de gran importancia para Alemania: el escándalo del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

La revelación el pasado octubre de que un teléfono móvil de Merkel fue intervenido por la inteligencia estadounidense entre 2002 y 2012 irritó tremendamente al Gobierno alemán, que llegó a amenazar a EE.UU. con la expulsión de diplomáticos.

"Espiar a los amigos es totalmente inaceptable", sentenció Merkel en octubre. "Necesitamos confianza entre aliados y socios, y esa confianza ahora se tiene que recuperar de nuevo", añadió.

El Gobierno de Merkel intentó entonces aprovechar la situación para forzar a Washington a acordar un tratado de no espionaje mutuo, algo a lo que EE.UU. se resiste y que parece poco probable debido a la pérdida de actualidad del escándalo de la NSA.

"Nosotros nos mantenemos en nuestras convicciones", explicaron fuentes gubernamentales alemanas esta semana en Berlín.

Durante su breve visita a Washington, Merkel mantendrá hoy mismo una cena con senadores estadounidenses, entre ellos el republicano Dan Coats, que preside el Comité de Inteligencia del Senado y que ha acusado a Europa de tener una respuesta débil a la crisis ucraniana.

Tras su paso por la Casa Blanca, Merkel ofrecerá un discurso en la Cámara de Comercio estadounidense y se reunirá con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Este organismo aprobó el miércoles formalmente un programa de asistencia financiera a Ucrania, de dos años de duración, por valor de 17.000 millones de dólares (unos 12.258 millones de euros).

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