Oliu resalta la importancia para el sector de que el Sabadell compre la CAM

Barcelona, 8 dic.- El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha resaltado hoy la importancia para todo el sector financiero español de que su entidad haya comprado la CAM, la caja alicantina que ha sido adjudicada por el Banco de España tras haberla intervenido.

"CAM volverá a los beneficios en 2012", ha anunciado hoy Oliu, que ha destacado las fuertes sinergias que para el grupo resultante tendrá la operación y que hoy, en rueda de prensa en Barcelona, se han cifrado en 330 millones anuales.

Oliu no ha querido aclarar qué ajuste de personal será necesario, pero ya ha anunciado que se cerrarán 300 oficinas de las 900 que tiene la CAM y que este recorte afectará a una parte de los servicios centrales en Alicante.

El presidente del Sabadell, no obstante, ha dicho que "los servicios de la CAM en Alicante se van aprovechar, ya que se va a establecer allí uno de nuestros centros operacionales".

Oliu ha considerado que "se ha resuelto una crisis bancaria con los instrumentos que ya estaban establecidos desde hace años" y en este sentido, ha valorado positivamente tanto el apoyo del FROB como el del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

El FGD aportará en dos fases un total de 5.300 millones de euros que, según Oliu, que se destinarán mayoritariamente a sanear el balance de CAM.

Para el presidente de Banco Sabadell, pese a este volumen de ayudas, "no se regala nada".

"Es una operación dura, porque nos va a ocupar los próximos dos años, lo que ha implicado que otras entidades mirando más allá de nuestras fronteras hayan preferido no acudir", ha dicho Oliu en alusión a que su banco se quedó solo en la puja por la caja alicantina.

"Era crucial la resolución adecuada del problema CAM para el conjunto del sector. Nuestra oferta es una óptima solución en términos de empleo desde el punto de vista del conjunto del sistema", ha agregado.

La CAM continuará como marca regional y los cierres de sucursales afectarán principalmente a las que están fuera de sus territorios de influencia, con lo que básicamente se mantendrá la red de Alicante, Valencia, Murcia y Baleares.

Sobre la cartera industrial de CAM, Oliu ha detallado que se van a analizar los componentes de la cartera industrial, pero lo más lógico es que sea disponible para la venta, pero sin prisa, lo que afectaría a paquetes del 6 % de Sol Meliá, del 5 % en el grupo turístico alemán TUI y del 5 % de Natra.

En el momento en que se realice esta operación el Tier 1 quedará en el 9 % y el 'core capital' será del 10,2 %, y cumple con los requisitos de entidades sistémicas, las de mayor tamaño.

Posteriormente a la aprobación definitiva que ha de pasar por tres instancias -Ministerio de Economía, Comisión de Competencia y Bruselas-, el banco prevé hacer una serie de ampliaciones de capital por un valor conjunto que podría rondar los 2.200 millones para adecuar los recursos propios al conjunto de activos que sumarán 166.346 millones, ligeramente por encima de Banco Popular.

Una parte de esta ampliación se llevará a cabo por la conversión de preferentes de Banco Sabadell por acciones ordinarias, unos 800 millones que ya se están convirtiendo ahora; algo que luego se repetiría con las preferentes de CAM, si bien esto todavía está en estudio, y se completaría con cerca de otros 1.000 millones de ampliación.

El grupo de créditos de riesgo de CAM se cifra en 24.600 millones, que es la cartera protegida, una primera pérdida está asignada con las provisiones existentes a 3.900 millones y el 80 % de las pérdidas restantes serán asumidas por el FGD, si bien el Sabadell hoy no ha querido hacer una estimación de pérdidas.

Con esta compra el Banco Sabadell obtiene aval del Estado de 4.800 millones de euros para emisiones para un período de diez años, "para reequilibrar los esquemas de financiación de CAM para acercarse al modelo de Banco Sabadell", según ha detallado Oliu.

También habrá además 7.700 millones garantizados por el FROB, para los recursos existentes del BCE en caso de que este banco central cambiase de política, aunque, según Oliu, "no es lo que está previsto".