ONO mira a la bolsa con un ojo puesto en Londres

Carlos Serrano-Conde

Madrid, 15 mar.- El tira y afloja que Vodafone y ONO mantienen desde hace días es uno de los focos sobre los que los inversores han centrado su interés en las últimas jornadas y seguirán haciéndolo en los próximos días.

Los rumores sobre la negociación acerca de la compra de la operadora española de cable por la británica Vodafone han dado mucho que hablar en el sector, hasta el punto de que el acuerdo parecía inminente el miércoles.

Ese día, víspera de la junta convocada por ONO para que sus accionistas aprobaran la salida a bolsa, los ojos de los inversores estaban puestos sobre el regulador bursátil británico, a la espera de que Vodafone comunicase que se había llegado a un pacto y los términos en los que consistía.

Sin embargo, el miércoles pasó y el jueves la junta de ONO se reunió, tal y como estaba previsto, y acordó poner parte de su capital en la bolsa de valores.

De momento, todas las opciones siguen abiertas, dicen fuentes del mercado, por lo que es de esperar que se produzca un acuerdo en los próximos días, pese a que ninguna de las dos compañías ha confirmado la existencia de esas conversaciones.

También sigue abierta la negociación en el seno de la Unión Europea para cerrar el compromiso sobre el mecanismo de liquidación bancaria.

Los ministros de Economía del Eurogrupo y luego los del conjunto de la UE se han reunido esta semana para tratar de dar pasos adelante en ese sentido.

Y aunque se han producido avances, según admitió el ministro español de Economía, Luis de Guindos, no fue posible cerrar el acuerdo con la Eurocámara sobre la autoridad y el fondo único de liquidación de las entidades financieras con problemas.

Los avances afectan a cuestiones como la mutualización, es decir, el compartir en un fondo único de liquidación los recursos para hacer frente a esos problemas, el proceso de toma de decisiones y la existencia de una red de seguridad para ese mecanismo.

El Ecofin ha recibido un nuevo mandato para negociar con el Parlamento Europeo una salida en base a una nueva propuesta que supone acortar el plazo para poner en común los recursos nacionales en el futuro fondo de liquidación bancaria pasando de los diez años inicialmente previstos a siete u ocho años.

Sin embargo, aún se mantienen cuestiones sin resolver, como quién debe tener el poder de decisión en caso de liquidación de un banco.

El Parlamento considera que el Banco Central Europeo debe ser la única autoridad con capacidad para tomar esa decisión, mientras que la CE opina que también los países miembros, a través del consejo plenario del mecanismo de liquidación, deben tener voz y voto.

Las conversaciones, que se celebran a tres bandas -presidencia griega, Parlamento Europeo y Comisión Europea- continuarán el próximo miércoles.

Quienes sí han llegado a un acuerdo que despeja muchas incertidumbres son Sacyr y la Autoridad del Canal de Panamá, que ayer firmaron el acuerdo que abre la puerta a nuevos fondos que permitan continuar adelante con las obras de ampliación de esa infraestructura.

Después de varias semanas de conflicto que incluso provocaron la paralización de las obras temporalmente, ambas partes han cedido para poder continuar la construcción.

No obstante, la reclamación de 1.600 millones por sobrecostes interpuesta por el consorcio empresarial liderado por Sacyr sigue viva y habrá que esperar a ver cómo se resuelve.