Ordóñez confía en poder hablar de Bankia, aunque por ahora guardará silencio

  • El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, confía en poder dar en el futuro su versión sobre la crisis financiera y lo sucedido en Bankia, aunque por ahora y por responsabilidad acepta guardar silencio.

Madrid, 30 may.- El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, confía en poder dar en el futuro su versión sobre la crisis financiera y lo sucedido en Bankia, aunque por ahora y por responsabilidad acepta guardar silencio.

Un día después de anunciar que abandonará su cargo el 10 de junio, un mes antes de lo previsto, el gobernador del banco de España ha explicado que acata la decisión del Gobierno y su mayoría parlamentaria de que no es el momento para dar explicaciones.

A lo que el ministro de Economía, Luis de Guindos, no ha tardado en responder desde el Congreso con la afirmación de que el Gobierno quiere "luz y taquígrafos" sobre Bankia, que ha pedido una ayuda de 19.000 millones.

Pero tras el veto del PP a su comparecencia en el Congreso, Fernández Ordóñez advierte de que podría convocar una rueda de prensa y contarlo "todo", aunque se mantendrá en silencio por responsabilidad.

"Estemos de acuerdo o no con el Gobierno, estamos en una situación tan dramática que creo que (no hablar) es lo que debo hacer y eso es lo que voy a hacer", ha dicho en su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Senado.

Eso sí, ha advertido de que es "legítimo" que los ciudadanos sepan la opinión del Banco de España y ha reconocido que para él "no hay nada más grato" que poder explicarse. Por eso pidió comparecer en el Congreso para dar públicamente explicaciones.

Además, ha justificado que tiene derecho a explicarse tras las críticas recibidas y la "campaña de desprestigio" orquestada contra el organismo supervisor.

En su opinión, es "evidente" que ha habido una campaña de desprestigio contra el Banco de España, del que se ha dicho que "no ha sabido supervisar" o "no ha entendido" la situación, ha lamentado el gobernador.

Ha insistido en que debería dar su versión, aunque sea después de abandonar su cargo, porque así podrá opinar sobre "los gestores, los auditores, las comunidades autónomas, los sindicatos o las restricciones de las leyes" y sus consecuencias en la banca.

También dice que le gustaría explicar su visión sobre la gestión de la última parte de una crisis que ha sido "la primera" que no ha gestionado el Banco de España, ha reprochado.

Pero "hasta el momento que se considere razonable" no va a decir nada de lo que piensa sobre el sistema financiero, sin que por eso se pueda cuestionar la independencia del Banco de España, ha explicado.

La independencia del supervisor y del gobernador es importante para proteger a estas instituciones y que "no todo lo decida el Gobierno", pues es "importante que haya entidades fuera de la lucha política".

Para evitar que el Gobierno "presione" a los órganos reguladores, Fernández Ordóñez cree que hay que garantizar la independencia del organismo.

Sin embargo, en el momento de su nombramiento hace seis años, el PP puso en cuestión dicha independencia porque Fernández Ordóñez era secretario de Estado de Hacienda con el ministro Pedro Solbes.

Además de reivindicar su papel y no mostrar ni un sólo gesto de autocrítica, el gobernador recibió tras su comparecencia elogios del senador socialista Joan Lerma, quien cree que ante la situación de algunas entidades deben exigirse responsabilidades a sus gestores y no al supervisor.

Sobre los presupuestos, Fernández Ordóñez ha considerado que el Gobierno los ha hecho sobre un escenario "realista y prudente", con una caída de la economía del 1,7 % este año, pero ha vuelto a insistir en que puede haber riesgos a la baja en la recaudación.

Por eso, a pesar de los recortes en Educación y Sanidad, sigue sin descartar que el alza temporal de impuestos se prolongue en el tiempo o haya que recurrir a otras subidas.

El gobernador ha alertado de que España se juega gran parte de su futuro con el cumplimiento de los objetivos fiscales, una tarea ardua, pero en la que un fracaso alejaría la recuperación económica. EFECOM

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