Oxfam afirma que el mundo no está preparado para combatir el hambre generada por el cambio climático


Oxfam alertó este martes de que el cambio climático podría hacer retroceder décadas la lucha contra el hambre y que, “lamentablemente, el mundo está insuficientemente preparado para hacer frente a semejante reto”.
Esta advertencia coincidió con el comienzo de la reunión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que se celebra esta semana en Yokohama (Japón) y en la que se acordará un nuevo e importante informe científico que pondrá de manifiesto que el impacto del cambio climático sobre la producción de alimentos será mucho más grave y prematuro de lo que se pensaba.
La directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima, afirmó que "el cambio climático es la mayor amenaza para la lucha contra el hambre”, puesto que “podría tener graves consecuencias en la producción de los alimentos que todos comemos y, lamentablemente, el mundo no está preparado".
"El hambre no es inevitable. Si los gobiernos toman medidas urgentes para afrontar el cambio climático, aún es posible erradicar el hambre durante la próxima década y, así, asegurar que las próximas generaciones tengan suficiente para comer durante la segunda mitad del siglo XXI", añadió.
En este sentido, apuntó que “costear la adaptación al cambio climático no tiene por qué resultar tan caro”, ya que se calcula que las necesidades de adaptación de los países pobres ascienden a aproximadamente 100.000 millones de dólares al año (unos 72.000 millones de euros), “lo que equivale a sólo el 5% de la riqueza que atesoran las cien personas más ricas del mundo".
De hecho, Oxfam señaló que, si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el impacto puede ser aún más grave porque el cambio climático podría llevar a la desnutrición a 25 millones de menores de 5 años en 2050, lo que equivale a toda la población infantil de Estados Unidos y Canadá.
CARENCIAS
En una nota informativa titulada ‘Hambre y calentamiento global: cómo impedir que el cambio climático haga fracasar la lucha contra el hambre’, Oxfam analiza 10 ámbitos que, a medida que las condiciones climatológicas cambien, influirán cada vez más en la capacidad de los países para alimentar a su población.
Oxfam ha detectado importantes carencias en estos 10 ámbitos, entre lo que los gobiernos están haciendo y lo que es necesario hacer para proteger nuestros sistemas alimentarios. Los resultados indican que mientras muchos países, tanto ricos como pobres, no están preparados para afrontar los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria, son los más pobres y los que padecen una mayor inseguridad alimentaria los que están menos preparados y expuestos a un mayor riesgo.
Los ámbitos peor puntuados por Oxfam son la financiación para la adaptación al cambio climático (menos de un 1 sobre 10), ya que los países ricos apenas han proporcionado un 2% de los fondos que los más pobres necesitan, y el riego de los cultivos (menos de 1 sobre 10), que están presentes en apenas un 1% de la tierra cultivable de Níger, Burkina Faso y Chad, cuando superan el 80% en California.
Oxfam puntúa con menos de 2 sobre 10 a los seguros de cosechas (un 1% de los agricultores en países pobres cuentan con seguros agrícolas, en comparación con el 91% de los de Estados Unidos) y con un 2 la investigación y desarrollo en la agricultura (los países menos desarrollados destinan una sexta parte menos que los más pudientes).
También suspenden, con un 3 sobre 10, la protección social (sólo un 20% de las personas tiene acceso a iniciativas de protección social adecuadas, como alimentación escolar gratuita o acceso a ayudas económicas cuando la disponibilidad de alimentos es reducida o su precio es demasiado caro) y la vigilancia meteorológica (en California hay una estación meteorológica por cada 2.000 kilómetros cuadrados, proporción que se eleva a 80.000 en Chad, lo que supone el tamaño de Austria).
El aprobado raspado (5 sobre 10) es para políticas de género (las mujeres raramente poseen las tierras que cultivan en los países en desarrollo) y las reservas mundiales de alimentos (Las de grano están en niveles mínimos históricos).
Con una nota de 6 está la ayuda humanitaria en crisis alimentarias y alcanza el notable (7) la inversión en agricultura, puesto que tan sólo cuatro de los 20 países africanos que Oxfam ha analizado en su informe han cumplido su compromiso de destinar un 10% de sus presupuestos nacionales a este sector.

Mostrar comentarios