Guerra Rusia - Ucrania

Países de Europa que más dependen del gas ruso: ¿qué pasa si se corta el grifo?

La enorme dependencia que tienen algunos miembros de la UE del Kremlin, agrava una crisis energética que, según los expertos, ha llegado para quedarse.

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Países de Europa que más dependen del gas ruso: ¿qué pasa si se corta el grifo?
DPA vía Europa Press

En la Unión Europea "llevamos diez años incrementando como sonámbulos la dependencia del gas ruso". Así de tajante se ha mostrado Ángel Sanz, director del Center for Global Economy and Geopolitics (ESADEgeo) en el podscat 'Una moneda al aire' de La Información, donde también ha insistido en la necesidad de reflexionar sobre el hecho de que el 40% del gas y el 10% de la energía que consume Europa estén en manos de Rusia. Hablamos, de una situación que se ha agravado aún más tras el ataque perpetrado por Rusia en suelo ucraniano, pues las consecuencias económicas se han notado desde el primer día, mediante una subida generalizada de los precios, sobre todo de la luz, el petróleo, los alimentos o, como decimos, el gas. 

Esa enorme dependencia del gas ruso pone ahora en serios apuros a Europa, que busca in extremis una vía rápida en caso de que el Kremlin decida cortar el grifo. Algo, que por otro lado, es una posibilidad real. Eso sí, no afectaría a todos los países por igual. En este sentido, España podría cubrirse las espaldas de esta amenaza, ya que importa al año un 10,43% de este hidrocarburo a Rusia. Nuestro país no solo tiene como principal fuente de gas a Argelia, además, cuenta con hasta seis plantas de regasificación en activo, que permiten importar gas desde cualquier lugar del planeta. 

¿Qué ocurre en el resto de Europa? Según la Organización Mundial del Comercio y Eurostat, Rusia suministra el siguiente porcentaje de gas en estos países: 

  • Austria (63%)
  • Bulgaria (100%)
  • Eslovaquia (100%)
  • Eslovenia (58%)
  • Estonia (100%)
  • Finlandia (100%)
  • Grecia (67%)
  • Hungría (95%)
  • Letonia (100%)
  • Lituania (100%)
  • Moldavia (100%)
  • Polonia (77%)
  • República Checa (100%)
  • Rumanía (92%)
  • Alemania (65%)
  • Polonia (55%)
  • Holanda (26%)
  • Francia (17%)
  • Italia (43%)
  • España (10%)
  • Portugal (10%) 
  • Reino Unido (7%)

Aunque se dice que el sistema de gas europeo está "mallado" porque todos los gasoductos están interconectados, España, según los últimos datos, recibe gas principalmente de cinco proveedores. En primer lugar, Argelia (106.205 gw/h), seguido de Estados Unidos (58.014 gw/h), Nigeria (44.195 gw/h), Rusia (38.133 gw/h) y Francia (35.583 gw/h).

¿Y si Rusia corta el grifo?

La primera consecuencia de que Rusia cortase el suministro de gas a Europa sería una subida de los precios que, pese a no tener tanta dependencia, también acabaría afectando a España. Ya hemos comentado anteriormente, que el estadillo de la guerra supuso casi de forma inmediata el incremento de los costes de los alimentos, petróleo, luz... 

En este sentido, la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, fue una de las primeras en plantear en el seno de la Comisión Europea la necesidad de desligar el cálculo del precio de la electricidad en el mercado mayorista del coste de gas en los mercados internacionales, ante la crisis energética de los últimos meses. Cambio que podría estar más cerca, tal y como desveló este viernes la ministra de Economía, Nadia Calviño, quien reveló que la propuesta de España y otros países de la UE para desacoplar los precios de la electricidad de los del gas y del petróleo para no sufrir los vaivenes del mercado internacional de hidrocarburos ha ido ganando posiciones y es ahora unánime. "Mi impresión es que la conciencia, que había ido creciendo, es ahora unánime", destacó Calviño este viernes en conferencia de prensa en París, refiriéndose a su petición a la Comisión Europea para reformar el mercado de la energía para sustraer en parte la electricidad de los vaivenes de la cotización del gas y del petróleo.

Además, sobre la mesa está que el resto de países europeos reduzcan los suministros de petróleo y gas de Rusia. Así, la Unión Europea ya está estudiando alternativas. Tal y como explica a RNE, Gonzalo Escribano, director del programa de energía y clima del Real Instituto Elcano, "se maneja un impulso a las energías renovables, a las interconexiones, buscar apoyos por otras partes o dar un salgo al hidrógeno". 

El problema, destacan, es que una sustitución inmediata es difícil, porque los mayores exportadores del mundo de gas licuado -Estados Unidos, Catar y Australia- están exportando casi al límite de su capacidad y muchos de los contratos a largo plazo, ya están en marcha. 

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