El mercado de trabajo en España ha mostrado, desde siempre, una disfunción entre la oferta y la demanda que, de hecho, ha propiciado que en nuestro país haya un desempleo estructural que haga muy difícil bajar la tasa de paro del 10%. La última EPA la sitúa en el 12,48% con 2.919.400 parados y 20.468.000 personas ocupadas. Esa disfunción de nuestro mercado de trabajo viene por una mayor demanda que oferta de empleo. Sin embargo, en los últimos tiempos, la disfunción, en algunos sectores, viene porque existe una mayor oferta de empleo que demanda. Las empresas no encuentran trabajadores para ocupar ciertos puestos. Entre los sectores más afectados se encuentran la hostelería y la restauración, no hay camareros ni cocineros, y sobre todo, la logística y el transporte, donde según fuentes del sector hacen falta unos 25.000 trabajadores, de ellos, tenemos una carencia en nuestro país de cerca de 12.000 conductores de camión.
España, debido a su posición estratégica en la entrada del Mediterráneo y como enlace entre África y Europa y con su tradicional relación con el continente americano, unido al ‘boom’ del comercio electrónico a partir de la pandemia, se ha convertido en los últimos años en un verdadero 'hub' internacional del transporte y la logística. Un sector que, según el Observatorio del Transporte y la Logística en España, produce al año 108.463 millones de euros y cuenta con 204.921 empresas y 950.000 empleos, si consideramos al conjunto de las empresas que centran sus actividades en la cadena de suministro, del aprovisionamiento y transporte al almacenaje y la distribución de última milla. España tiene en su territorio 165.443 kilómetros de carreteras, una red ferroviaria de 15.390, 46 aeropuertos y 2 helipuertos de la red AENA y 28 autoridades portuarias. El parque de vehículos de carretera asciende a 34.765.203 vehículos. España mueve al año casi 2.000 millones de toneladas de mercancías. Más del 72% con origen y destino nacional. En el transporte interior el 92% es por carretera y en el transporte internacional el 90,5% es marítimo. Un sector, en fin, que en números redondos supone el 8% del PIB. España es una potencia en el sector del transporte y el almacenaje, pero la falta de trabajadores cualificados es, más allá de la escalada de precios de los combustibles y las materias primas, uno de sus principales cuellos de botella.
A modo de ejemplo. Estos días, desde las playas cercanas a Valencia se puede ver un atasco de buques porta contenedores en el puerto de Valencia, el mayor del país y de todo el Mediterráneo. La larga fila de buques porta contenedores fondeados en mar abierto a la espera de poder entrar al puerto de Valencia no se debe a la reapertura de los puertos chinos, sino a la falta de personal. Dos de las tres terminales de las que dispone el puerto de Valencia operan a pleno rendimiento, pero la tercera sufre, entre otras cosas, de falta de personal. “Falta mano de obra por las vacaciones, especialmente estibadores”, dicen fuentes del puerto levantino.
En los últimos días, Adecco, a través de su división especializada en Logística y Transporte, está ofreciendo más de 1.500 nuevos puestos de trabajo en el sector en toda España. Los perfiles más demandados son carretilleros, mozos de almacén y preparadores de pedidos, entre otros. Atendiendo a la distribución geográfica de las 1.500 vacantes en el sector logístico, las provincias que están ofertando más empleo ahora mismo son Barcelona, Castellón, Tarragona, Madrid y Toledo, pero las ofertas están repartidas por todo el territorio nacional.
Según una encuesta del Foro de Logística y ManpowerGroup “el sector logístico crece, pero se enfrenta al riesgo de la escasez de talento”. La encuesta muestra que los diez perfiles más demandados y difíciles de cubrir son: conductores profesionales, jefes de tráfico, ingenieros de proyectos logísticos, carretilleros y personal almacén, directores de ‘supply chain’, directores comerciales y de desarrollo de negocio, responsables de logística, expertos en business intelligence y gestores de flota. Junto a ellos aparecen otros perfiles profesionales como son administrativo de tráfico y transporte, agente portuario, transporte aéreo, técnico de transporte, operadores de transporte y puestos en dirección de sistemas y calidad.
En este sentido, la mayor preocupación en lo que se refiere a gestión de talento en las empresas logísticas se encuentra en la escasez de profesionales para cubrir estos puestos y, en menor grado, en la falta de formación especializada. Además, el sector se enfrenta a más desafíos: la necesidad de atraer talento femenino -dada la baja presencia de mujeres en actividades operativas-, el envejecimiento de las plantillas y la muy baja participación de jóvenes de entre 18 y 25 años, que no llega al 5%.
Esta falta de participación de los jóvenes se debe, según los expertos que han participado en el estudio, al desconocimiento y a un cambio de mentalidad en las nuevas generaciones, que valoran cuestiones como la flexibilidad horaria, conciliación de la vida familiar-profesional o el teletrabajo. Por otro lado, el informe concluye que 7 de cada 10 empresas consideran muy prioritario la formación en competencias digitales, transversales y en técnicas de gestión. Por lo que el profesional logístico del futuro requerirá unos conocimientos profundos de las herramientas y técnicas asociadas a la logística, hablar varios idiomas, con competencias digitales plenas, con unas habilidades personales muy bien desarrolladas y con una sensibilidad hacia aspectos como la sostenibilidad ambiental y social.
"Podemos morir de éxito por falta de mano de obra"
Pero si existe un gremio que está sufriendo la falta de trabajadores es el de los camioneros. Según fuentes del sector del transporte, ahora mismo hacen falta en España entre 10.000 y 15.000 conductores profesionales. Alejandro dirige una pequeña empresa familiar de transportes del corredor del Henares, que cuenta con 20 camiones y está especializada en transporte frigorífico de mercancías perecederas. Esta empresa ha tenido que “renunciar a dos rutas por la falta de chóferes profesionales. No encontramos conductores. Ya ni pedimos experiencia, nos vale con el carnet de conducir necesario y los papeles en regla y ya nos encargaremos nosotros de la formación. Ni por esas. No encontramos y ello nos está suponiendo un gravísimo problema”.
En el norte de España, en Cantabria, Luis es director gerente de una algo más que mediana empresa de transportes con 150 camiones. El problema con el que se encuentra es el mismo que la pequeña empresa madrileña. “Hemos perdido varias rutas por falta de camioneros. También faltan carretilleros, operadores de tráfico... Ofreces entre 1.700 y 2.200 euros de sueldo netos al mes y no encuentras trabajadores”. Y hace un llamamiento al Gobierno de turno: “No quiero subvenciones para el gasoil, lo que pido es que el Estado forme trabajadores cualificados y elimine la multitud de trabas burocráticas que existen. Nada más”. Y finalmente sentencia, “la falta de mano de obra, sobre todo de conductores, es el gran problema con el que se enfrenta el sector del transporte y el almacenaje en España para seguir creciendo. Podemos morir de éxito por falta de mano de obra”.
Carlos Prades, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), decía hace unos días que en 2021 la falta de conductores afectaba a un tercio de las firmas valencianas, pero este año “alcanza ya al 50%”, lo que para muchas significa tener a “sus operativas paradas por la falta de plantilla”. Según sus estimaciones, ese déficit es “de unos 2.000 transportistas”, pese a que se ofrece, por lo general, un sueldo mínimo de 2.500 euros brutos al mes, y su miedo es que se genere “un serio problema a la hora de dar un relevo generacional”.
Así las cosas, la reforma del Reglamento de extranjería aprobada esta semana por el Consejo de Ministros no será suficiente para terminar con la escasez de conductores profesionales que sufre el sector del transporte por carretera, según denuncian los propios transportistas. La Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer) señala que la falta de conductores es un problema "creciente" en España y Europa que amenaza con “paralizar las cadenas de suministro de bienes y productos tanto a las industrias como a la población en general”.
En este sentido, el Gobierno ha aprobado una reforma del Reglamento de extranjería que agilizará los trámites para incorporar trabajadores extranjeros al mercado laboral, y entrará en vigor el próximo 15 de agosto. Sin embargo, Fenadismer denuncia que esta nueva normativa no acabará con la falta de conductores debido a la "excesiva burocracia administrativa" que sufre el sector del transporte por carretera, y que dificulta la incorporación de conductores extranjeros. Así, la “lenta marcha” de la administración de tráfico, la DGT, hace “que el aspirante que desee examinar del permiso de conducir deba esperar al menos 8 meses para poder examinarse a lo que habrá que añadir el tiempo necesario para obtener el certificado de aptitud profesional, por lo que el tiempo necesario para poder capacitar a un conductor profesional extranjero en España puede superar el año”.
La asociación explica que más del 20% de las empresas del sector están experimentando dificultades para cubrir sus vacantes, lo que provoca que “más de 10.000 ofertas queden sin cubrir por falta de candidatos”. Y es que detrás de la escasez de transportistas, según Fenadismer, se encuentra el elevado coste económico que supone acceder a la profesión, así como la dureza de la actividad y las condiciones laborales.
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