Las diferencias con 2012

Si parece un rescate y huele a rescate, ¿por qué no lo llaman rescate todavía?

Cuando el Gobierno del PP consiguió a mediados de 2012 una ayuda de 40.000 millones de la Unión Europea destinada al saneamiento bancario, muchos medios lo calificaron de "rescate a España".

El ministro de Economia, Luis de Guindos, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro. (EFE)
El exministro de Economia, Luis de Guindos, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando estaban en el Gobierno.
EFE

El 9 de junio de 2012, cuando el ministro de Economía Luis de Guindos consiguió un préstamo de la UE de 100.000 millones de euros para salvar la economía española, el diario 'El País' tituló a toda plana en su edición de papel y digital: "Rescate a España". En mayúsculas. Criticaba que el dirigente dijera entonces que se trataba de "un préstamo en condiciones favorables". Para el periódico, era un eufemismo. Rescate a España y punto.

El PP nunca quiso hablar de un rescate a España. El detalle era importante para el PP porque hablar de rescate a España habría sido un golpe al prestigio financiero del país. El PP quería demostrar que el país no se había hundido: solo parte del sistema financiero estaba en crisis, razón por la cual España pidió esos préstamos para salir del bache. Pero la izquierda siguió insistiendo en que se trató de un rescate al país. Y algunos miembros de Unidas Podemos incluso han repetido desde entonces el mantra de que el PP rescató "a los banqueros", y, en cambio, el nuevo gobierno de izquierdas rescata "a la gente".

La verdad es que de los 100.000 millones de 2012, España solo utilizó 40.000 millones, y en enero de 2019 ya había devuelto casi la mitad: 19.000 millones. Y ese dinero no fue a parar a los bolsillos de los banqueros sino al bolsillo de los clientes de los bancos. Si no se hubiera conseguido aquel 9 de junio ese rescate financiero, al día siguiente muchos bancos habrían amanecido con las puertas cerradas. 

Ese cumplimiento de España con sus prestamistas europeos ha sido tan bien visto por los mercados que la prima de riesgo de España, que estuvo por encima de los 600 puntos básicos en 2012, se redujo a cifras ínfimas. Lo cual significa que España ha tenido que pagar menos intereses cada vez que emitía Letras del Tesoro. Sin embargo, a lo largo de estos últimos años, la polémica no ha cesado. En el debate sobre el Estado de la Nación en febrero de 2015, el líder socialista Pedro Sánchez se dirigió al entonces presidente Mariano Rajoy con estas palabras: "España fue rescatada por la pésima gestión que ustedes hicieron de Bankia".

Algunos medios de izquierda como el diario 'El Plural' afirmaron en 2015 que se practicaba censura en TVE pues se suprimían de la declaraciones de Sánchez en el Congreso, aquellas que mencionaban las palabras "rescate a España". Y dos años después, en 2017, el diario 'El País' apuntaba de nuevo al gobierno del PP (aún en el poder) con una noticia titulada: "9 de junio de 2012: el día que España tuvo que pedir el rescate"

Sin embargo, en pocos meses de 2020, medios y políticos han cambiado de vocabulario. Por ejemplo, esta semana la UE ha aprobado un plan de rescate de 750.000 millones de euros para muchos países europeos: España recibirá 140.000 millones de euros, tres veces y media más de la cantidad que recibió España en 2012. Pero Pedro Sánchez no ha hablado en ningún momento de rescate. El principal diario nacional titulaba este martes que "España recibirá 140.000 millones del fondo de recuperación", pero evitaba mencionar la palabra "rescate". Un columnista conocido de dicho diario se atrevía a decir que no es un rescate al Estado, sino un "salvavidas". El diario 'Público' hablaba esta semana de "plan anticrisis" y de "fondo de recuperación".

Televisión Española ha evitado hablar de “rescate a España”. Ni una línea. Para muchos miembros del PP, su suerte en 2012 no fue la misma que en 2020 con el PSOE. Ahora, de los prometidos 140.000 millones de euros para España, 67.300 millones (mucho más que el préstamo que recibió España en 2012) son subvenciones. Es decir, no hay que devolverlos, no cuentan como deuda, lo cual alivia mucho la situación. Eso habría sido una sueño para el gobierno del PP, que se esforzó en pagar mes a mes las deudas del Reino de España porque no le perdonaron ni un centavo.

En honor a la verdad, la economía española en 2012 no se desplomó entonces como lo ha hecho ahora. Las cifras de caída del PIB que se anuncian para este año superan el 12,8%, según las previsiones del FMI. En 2012 la caída del PIB fue del 3%, a pesar de la crisis financiera (cuatro veces menos). Es más, en 2009, cuando gobernaba el PSOE fue incluso mayor: 3,8%. 

Y en honor a la verdad, hay que decir que el confinamiento ha paralizado la economía, algo que jamás pasó en los peores años de la crisis de 2008 en adelante. Entonces, no hubo cierres en masa de hoteles, restaurantes, comercios y fábricas… Pero si los que ahora gobiernan aplicaran la misma lógica de primer orden que emplearon al calificar de "rescate a España" el crédito de 2012 que consiguió el PP, ¿cómo deberían de calificarse ahora los 140.000 millones de euros? ¿Súper rescate? ¿Electroshock? ¿Revivir un zombi? Como decía con sorna el veterano periodista Adrián MacLiman en Twitter, a esto habría que llamarlo por lo menos 're-rescate'. 

Lo que más sorprende de este fondo de rescate es la eficiencia de la maquinaria de agitación y propaganda de La Moncloa. No solo ha logrado borrar la palabra de los medios, sino que mostraba las imágenes de Pedro Sánchez entrando en La Moncloa en medio de una salva de aplausos de sus ministros. Si a Luis de Guindos le hubiera recibido el Gobierno del PP con una salva de aplausos en 2012 tras conseguir la línea de crédito de 100.000 millones, los medios de comunicación de la oposición habrían pedido que lo colgaran de un gancho de carnicero en medio de la Plaza Mayor de Madrid. 

Porque si hay algo que funciona bien no es la gestión del Gobierno, sino la gestión de la comunicación del Gobierno. A pesar de que está demostrado que las tardías decisiones del Gobierno en materia sanitaria incrementaron la pandemia y la crisis económica, en buena parte de la opinión pública ha calado la idea de que esta crisis ha sido como el meteorito que extinguió a los dinosaurios en el cretácico: un fenómeno catastrófico exterior. 

También es verdad que un rescate en medio de muchos rescates es menos rescate. Muchos países de la UE necesitan ese fondo de recuperación de 750.000 millones de euros. De modo que no se trata de un fenómeno español sino europeo. Pero las cosas están aún por resolver. En primer lugar, falta saber si esta cantidad necesaria y bienvenida será suficiente para sanar una economía tan maltratada como la española, la peor junto con la italiana. Por poner un ejemplo, tras la crisis de 2010, en Grecia se necesitaron más de 300.000 millones de euros en tres oleadas para rescatarla, el equivalente a una vez y media su PIB. Mucho más de lo previsto. ¿Necesitará España más dinero?

Falta por ver el impacto de las nuevas olas de contagios que se esperan para el próximo invierno. Los empresarios dicen que un segundo confinamiento sería la estocada mortal para muchos de ellos. Sin turismo y miles de pequeñas, medianas y grandes industrias a medio gas o cerradas, la capacidad de recuperación del país con 140.000 millones de euros a lo mejor es muy pequeña. Quizá haya que pedir más dinero. Entonces, ¿lo llamarán por fin rescate?

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