Los eurodiputados pertenecientes a la Comisión de Transportes han logrado un acuerdo casi unánime para impulsar las mercancías internacionales entre países de la Unión Europea. Apelarán a la Comisión Europea a que mejore los aspectos relativos a la interoperabilidad de las distintas redes ferroviarias nacionales para evitar las largas esperas en las fronteras, donde los trenes deben detenerse para cumplir con los requisitos del administrador del siguiente país, algunos de ellos excesivos, según denuncian los representantes comunitarios.
La propuesta fija un tiempo máximo de 15 minutos para los cruces ferroviarios fronterizos y la asignación de franjas horarias para que las mercancías crucen los pasos internacionales sin esperas, principalmente en horario nocturno. Los 44 integrantes de la comisión, pertenecientes a todas las fuerzas políticas con representación europea, apoyaron el plan de forma unánime. Ahora será el Pleno del Parlamento Europeo el que, la próxima semana, respalde la medida. Posteriormente se abrirá un plazo de conversaciones con los distintos países para fijarlo en la legislación europea y trasponerlo a las leyes nacionales.
"Todo el mundo habla de cambiar el transporte al ferrocarril, pero mientras que los coches, camiones o aviones pueden cruzar las fronteras de la UE sin ningún problema, los trenes, especialmente los de carga, se ven obligados a detenerse en las fronteras, a veces durante horas, para adaptarse a los requisitos de los diferentes estados miembros", reclamó la coponente Barbara Thaler, del Partido Popular Europeo.
Sancionar si es necesario
Las exigencias de los eurodiputados también pasan por conseguir que la red básica de transportes (red TEN-T) esté completada en 2030, eliminando cuellos de botella, ejecutando enlaces necesarios y dando más poder a los 11 países que actuarán como coordinadores europeos de la red. Esta red deberá estar completamente electrificada para trenes de pasajeros a velocidades mínimas de 160 km/h y para mercancías a 100 km/h.
Además, han sugerido incluir un hito posterior para el año 2040 que garantice la implementación y ejecución de la red integral de transportes, que deberá estar completada en 2050. En caso de que los países no cumplan con sus obligaciones, han sugerido a la Comisión Europea que fije un marco jurídico que permita abrir procedimientos de infracción e incluso reducir o cancelar la financiación prevista para ejecutar estas grandes infraestructuras.
El Comité de Transportes también ha mostrado su absoluta predilección por fijar estándares técnicos y operativos comunes a cada modo de transporte, evitando que se produzcan situaciones como las que a día de hoy mantienen España y Francia, con continuas discusiones sobre la entrada de sus operadores en el país vecino. "Es ambicioso, pero necesario si queremos tener éxito en cambiar el tráfico de la carretera al ferrocarril", declaró Thaler.
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