Sorpresa en los datos del paro. Pese al mal augurio lanzado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, este mismo lunes, las cifras ofrecidas en la jornada de hoy por el Ministerio de Trabajo reflejan un descenso del desempleo de 59.149 personas en marzo, "el tercer mejor dato en este mes de la serie histórica", según destaca el departamento que dirige Yolanda Díaz. Por otro lado, la afiliación a la Seguridad crece en 70.790 cotizantes respecto a febrero, si bien en términos desestacionalizados -esto es, eliminado el efecto calendario sobre el empleo- se pierden 45.438 afiliados, de acuerdo con el balance del que se hace eco el Ministerio de José Luis Escrivá. Señales mixtas, por tanto, para un periodo marcado por la tercera ola de la pandemia y en el que la Semana Santa ha coincidido con duras restricciones sanitarias y cierres perimetrales en todo el país.
Calviño aseguraba ayer que marzo no había sido "un mes positivo desde el punto de vista del empleo". La afirmación podría entenderse si se mira los datos de afiliación, teniendo en cuenta que esta época del año suele ser más positiva para el empleo por el tirón de la contratación ligada a la Semana Santa (en 2019, por ejemplo, se sumaron 155.104 cotizantes), sin embargo, no tiene su reflejo en los datos del desempleo, que experimenta un descenso de más de 59.000 personas. Hay que tener en cuenta que dentro de la serie histórica de marzo, que se inicia en 1996, el paro ha bajado en 20 ocasiones y ha subido en cuatro, concretamente en el periodo 2009-2012, coincidiendo con los peores años de la crisis financiera.
Aunque lo cierto es que marzo no ha sido un mes boyante en lo que al empleo se refiere, por el persistente impacto de la crisis sanitaria, el balance final no ha sido tan negativo como 'pintaba' ayer Calviño. La vicepresidenta hacía referencia a que el empleo había ido "de menos a más", tanto en términos de afiliaciones como de salidas de los trabajadores en ERTE. Y así ha sido. Los datos diarios de la Seguridad Social muestran como el mercado laboral empezó a coger brío a mediados de mes, si bien el resultado fue mejor de lo que cabría esperar de las palabras de la ministra de Asuntos Económicos, ya que aunque la afiliación caiga en términos desestacionalizados (el indicador preferido ahora por Escrivá), crece en la serie original en 70.790 cotizantes, una cifra muy por encima de lo que cabría esperar en la actual situación.
Por otro lado, el paro se reduce, lo cual siempre es una buena noticia. Y lo hace en su mayor volumen para este mes desde el año 2015, cuando descendió en 60.214 personas. Con este retroceso, que pone fin a cinco meses consecutivos de aumentos, el volumen total de parados alcanzó al finalizar el tercer mes del año la cifra de 3.949.640 desempleados, con lo que vuelve a descender por debajo de la cota de los 4 millones después de que en febrero ésta se superara por primera vez desde abril de 2016. Ahora bien, no hay que dejar de lado, pese al alivio mensual, que en el último año el desempleo acumula un aumento de 401.328 personas, lo que supone un 11,3% más.
Igualmente, hay que tener en cuenta que el dato de paro de marzo, como ocurrió en los meses anteriores, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un expediente de regulación temporal de empleo, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados. Según los datos de la Seguridad Social, el mes de marzo ha cerrado con 743.628 trabajadores en ERTE, 115.913 menos que en febrero en la serie revisada y 155.755 menos teniendo en cuenta la fecha de notificación. De media en el mes son unos 780.000, lo que demuestra que la evolución de los afectados, como mencionaba Claviño, ha sido positiva en las últimas semanas.
330.000 empleos perdidos
Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, el departamento de Escrivá destaca en una nota que "se han recuperado 668.023 afiliados desde mayo de 2020, el punto más bajo tras el impacto de la pandemia en el mercado laboral". De este modo, el balance de marzo de 2021 refleja una media de 18.920.902 cotizantes, frente a los 19.250.229 ocupados que se registraban en febrero de 2020, antes del estallido de la pandemia que produjo una hecatombe sin precedentes. Esto supone una pérdida de 329.327 empleos en el año más duro que recuerda el mercado laboral patrio.
De vuelta al balance mensual, por sectores de actividad, ganaron afiliados medios los servicios (69.209), a pesar de que la Semana Santa ha caído ya entrado abril y de que la contratación previa estaba paralizada por las restricciones sanitarias, la construcción (18.314) y la industria (3.833). Mientras, la agricultura, ganadería y pesca restó 20.565 respecto a febrero. Y la foto se repite del lado del paro: aumentó en agricultura, con 2.368 desempleados más, y en el colectivo sin empleo anterior, donde se incrementó en 3.529 personas, y bajó en el resto, especialmente en los servicios, con 53.686 parados menos, seguido de la construcción (-7.685 desempleados) y la industria (-3.675 parados).
En marzo se registraron 1.404.107 contratos, un 11,7% más que en igual mes de 2020, de los que 207.191 fueron indefinidos, el 14,7% del total y un 42,5% más que en marzo del año pasado. El Ministerio de Trabajo ha destacado que el dato de contratación fija es el mejor en un mes de marzo de toda la serie histórica y lo ha atribuido a la labor realizada por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. El departamento que dirige Yolanda Díaz ha informado además de que el gasto en prestaciones alcanzó los 2.735 millones de euros en el mes de febrero (último dato disponible), de los que 751,7 millones correspondieron a prestaciones para trabajadores en ERTE.
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