Cumbre Vieja

La lava sepulta la economía de La Palma y la tasa de desempleo alcanza el 30%

Mas de 8.200 habitantes de la isla, el 10% de la población total, están en el paro después de que el volcán Cumbre Vieja haya destruido más de 300 empresas desde que entrara en erupción hace más de 50 días. 

Volcán enfurecido de La Palma
La lava del paro desborda La Palma con una economía sepultada por las cenizas.
EFE

"La economía de La Palma está sepultada por la lava y no hay esperanza, respuestas ni alicientes para construir un nuevo futuro. Por ello, mucha gente abandona y se va. Emigra". Casi 60 días después de la erupción del volcán Cumbre Vieja, las consecuencias son alarmantes: 1.000 hectáreas arrasadas por la lava; 2.200 edificaciones y 70 kilómetros de carreteras destruidas; más de 7.000 personas desalojadas; 4.000 niños sin clases prácticamente durante dos meses... De los 84.000 habitantes de La Palma, apenas 22.500 están afiliados activamente en este momento a la seguridad social (y de ellos, 1.500 en ERTE especial por el volcán) mientras que los parados ascienden, según las cifras oficiales, a 8.257 a finales del mes de octubre, 483 más que en septiembre. Más de 300 empresas han desaparecido bajo las coladas de lava. Casi el 10% de la población total está en el paro. Insostenible.

"No hay certezas ni soluciones inmediatas a esta desolación humana y económica. Y así, la gente huye del paro y la miseria y empieza a irse”, sentencia con dolor y amargura Mercedes Hernández, que preside la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Palma (FAEP), en conversación con La Información. El 'roto' económico que hasta la fecha han dejado en La Palma la lava y las cenizas volcánicas asciende a más de 1.000 millones de euros, por ahora, "y subiendo", cuentan fuentes empresariales, porque la catástrofe medioambiental no tiene visos de acabar y 'funde' día tras día una economía ya muy tocada tras 20 meses de pandemia.

En el puerto de Tazacorte, la flota pesquera, uno de los motores económicos de La Palma, está amarrada desde que el 19 de septiembre el volcán comenzó a vomitar fuego. Entre ellos el barco de César Camacho, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Carmen, que aglutina a más de 60 pescadores. Él también perdió su casa devorada por la lava y ahora vive de alquiler gracias a los ahorros, el sueldo de su esposa y las ayudas de alguna ONG. Además, todavía está pagando los 80.000 euros que le costó su barco. Al pescar muy cerca de la costa, la zona de exclusión decretada por la llegada de la lava al mar les impide faenar. Por ello, ve el futuro "muy negro" para la flota de pesca artesanal de esta zona de la isla afectada por la erupción del Cumbre Vieja. El Gobierno canario asegura que las ayudas a los pescadores serán las primeras que llegarán dentro del sector primario. Incluso este mismo mes de noviembre, pero de momento...

"Las ayudas, las que conocemos, las que son palpables, o llegan tarde o muy a cuentagotas y, en ningún caso, son suficientes ni dan respuesta urgente a la situación generada". El Gobierno central ha aprobado un fondo de contingencia de 70 millones de euros para La Palma, "pero son 'tiritas' que ya conocemos todos y que no palian la catástrofe que estamos sufriendo, como ERTE o aplazamientos en los pagos, pero que tienen muchísima letra pequeña, que las hacen inalcanzables e ineficientes", considera la presidenta de los empresarios de La Palma, que lanza un duro reproche al Ejecutivo de Pedro Sánchez: "Para nosotros habría sido una garantía, como un 'aval bancario', que en los Presupuestos Generales del Estado hubiera una partida que se llamara 'La Palma'. Eso sería para nosotros una garantía, un alivio para nuestra angustia. Pero eso no se ha dado".

Lo cierto es que tras casi 60 días bajo la furia del volcán, el tejido económico de la isla está destruido: buena parte de la planta turística, el comercio, la artesanía, los eventos culturales, la restauración, las plataneras, las viñas, los aguacates, la flor cortada de exportación, las granjas, las queserías, la miel, los polígonos industriales, la pesca, las infraestructuras educativas, sanitarias, sociales, deportivas... "Aquí, sin el plátano y sin el turismo no somos nadie y no hay donde trabajar. Es la nada más absoluta. Paro y miseria", sentencia Pedro, trabajador de dos plataneras, sepultadas por las coladas de lava, que recoge a medias con su patrón y con cuyos beneficios alimenta a su sus cuatro hijos, de entre 5 y 14 años. La cosecha ya se ha perdido. El Cumbre Vieja ha enterrado los 15.000 euros que iban a ser el sustento de esta familia durante el año.

El PIB de La Palma ascendió en 2019 a 1.600 millones de euros y de ellos 180 se debieron a la venta de 145.000 toneladas de plátanos: el 11% del PIB isleño, que si le sumamos los beneficios y puestos de trabajo indirectos pueden acercarnos hasta un 25%-30% del PIB total. Y hay que tener en cuenta que en la zona afectada por el volcán, Tazacorte, Los Llanos y El Paso, se acumulan el 50% de las plantaciones de la isla.

El turismo es la otra gran industria de La Palma, que ingresó por este concepto 280 millones de euros en 2019, aunque apenas 80 en 2020, debido a la pandemia. Ahora, el volcán ha destruido "el 25% de la planta alojativa", cuenta la presidenta de FAEP, y la isla apenas recibe un 20% de los turistas que llegaban en 2019. "Estábamos empezando a recuperarnos y las perspectivas para este otoño-invierno, temporada alta, eran buenas, pero todo se ha truncado".

El sector turístico empresarial insiste en que La Palma es segura para viajar: "La erupción afecta al 10% de la isla y en el otro 90% se puede hacer una vida 'casi normal', entre comillas". Además, el 'turismo de volcán', "ese de fin de semana, de dos o tres días, que es el que está llegando, alivia, pero no cubre nuestras expectativas ni soluciona la economía del sector". En La Palma "vivíamos del turismo de estancias largas, de 7,14 o 21 días, que alimentaba los alojamientos de turismo rural, los cruceros, toda la industria que se movía alrededor, la restauración, los eventos culturales, la artesanía...". Y ese, "ya no viene". Por ello, Mercedes Fernández incide: "A un autónomo, que tenía una casa rural, que ha visto que ha perdido todo, ¿cómo le decimos que continúe, que empiece de nuevo, con una ayuda de 600 euros? Es imposible, ridículo, casi insultante". Y luego está "lo que decía de la letra pequeña": si ya "tienes un aplazamiento de pago de hipoteca, luz, agua, impuestos... (qué pequeño empresario no lo tiene tras 20 meses de pandemia), no te conceden otro por el volcán. Repito, es ridículo".

Ante este panorama, los empresarios han formado un frente común en La Palma y organizaciones como CIT Tedote, CIT La Palma, la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife -delegación La Palma-, FAEP, Fedepalma y Ashotel han firmado un manifiesto conjunto en el que solicitan de forma urgente actuaciones no solo para mitigar las "enormes" pérdidas económicas ante la grave situación generada por la erupción volcánica, sino como elemento de cohesión socioeconómica y para mantener miles de puestos de trabajo, pues la isla vive "una crisis sin precedentes". Los empresarios inciden en que ya no es momento de "solicitar sino de exigir", que las administraciones públicas "consoliden cuanto antes la hoja de ruta para la recuperación y reconstrucción de sectores claves del PIB de la isla que se encuentran en jaque".

Por ello, han elaborado un manifiesto con una serie de acciones concretas, inmediatas y eficaces que entienden permitirán hacer frente a la gestión de una situación excepcional de la que solo podrán salir amparados y apoyados por la fortaleza del Estado, en coordinación con la Comunidad Autónoma de Canarias, el Cabildo y los ayuntamientos. Entre el conjunto de 16 medidas destacan, por ejemplo, que asociaciones empresariales y vecinales estén en la toma de decisiones, "simplemente con que nos llamaran y nos tuvieran en cuenta ya sería un gran paso"; que se cree un comité de expertos para la reconstrucción integral y coordinada de la economía de la zona; ayudas directas a las empresas con residencia fiscal en la isla; moratoria hipotecaria de hasta 12 meses o exoneración de tributos municipales. Además, solicitan IGIC (Impuesto General Indirecto Canario), el IVA Canario, cero durante el último trimestre de 2021 y primer semestre de 2022 en alojamientos turísticos; un seguro turístico que cubra posibles desvíos o falta de operatividad del aeropuerto de La Palma; un programa similar al Imserso para La Palma; liberalizar suelos turísticos bloqueados y revisar las normas urbanísticas a todos los niveles.

Pablo, 60 años, es autónomo, como más de 5.000 personas en La Palma. El volcán ha destruido su modo de vida: una platanera y un alojamiento rural. Y confiesa: "Ya no puedo más. Me voy". Se marcha a casa de sus hijas, a Tenerife. "No soporto esta angustia ni que será de nosotros en el futuro. ¿Podré recuperar mi plantación y mi casa rural? ¿Me dejará el volcán hacerlo? ¿Me ayudarán las administraciones?", se pregunta. "Aquí", repiten los palmeros como un mantra, "sin plataneras ni turismo no hay nada" y, de momento, el Cumbre Vieja se lo ha quitado todo. La Palma ya cuenta con una gran emigración, hay 60.000 palmeros en la diáspora, y a este ritmo pasará a ser, si nadie lo remedia, un eslabón más en la dramática cadena de la despoblación de la 'España vaciada'.

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