Partido de Berlusconi da un ultimátum a Letta por tasa inmobiliaria en Italia

  • El partido del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi dio hoy un ultimátum al actual jefe del Gobierno, el demócrata Enrico Letta, para que apruebe un nuevo sistema de tasación sobre las propiedades inmobiliarias como muy tarde en agosto, si no quiere ver la caída de su Ejecutivo.

Roma, 16 may.- El partido del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi dio hoy un ultimátum al actual jefe del Gobierno, el demócrata Enrico Letta, para que apruebe un nuevo sistema de tasación sobre las propiedades inmobiliarias como muy tarde en agosto, si no quiere ver la caída de su Ejecutivo.

Durante la grabación de un programa de la televisión pública italiana Rai, Renato Brunetta -portavoz en la Cámara Baja de la formación de Berlusconi, el conservador Pueblo de la Libertad (PDL)- anunció el plazo de tiempo que su partido cree que el Gobierno de coalición en el que participa debe darse para aprobar esta reforma, punto estrella de su programa electoral.

"Es necesario hacer la reforma global de la tasación de los inmuebles, incluidas las naves industriales y agrícolas. De otro modo, caerá el Gobierno Letta", dijo Brunetta, exministro de Administraciones Públicas, según recogen los medios italianos.

Las declaraciones del portavoz en la Cámara Baja del PDL, segunda mayor formación de la coalición de Gobierno que preside Letta (miembro del Partido Demócrata, de centroizquierda), se producen la víspera de que el Consejo de Ministros apruebe mañana la suspensión del pago de la cuota de junio del impuesto sobre la vivienda habitual prometida por el primer ministro en su investidura.

La medida pretende suspender temporalmente el pago de ese impuesto, abolido por Berlusconi en su anterior Gobierno y reintroducido por Mario Monti, para dar tiempo al Ejecutivo a encontrar una nueva forma de tasación, toda vez que el PDL pretende su total eliminación y además la devolución de lo pagado en 2012.

El partido de Berlusconi afronta el Consejo de Ministros de mañana con una ligera decepción, pues esperaba que la suspensión del pago no fuera solo por las primeras viviendas, sino también por las naves industriales y agrícolas, lo que permitiría dar un poco de aire a las empresas italianas.

En cualquier caso, el Ejecutivo italiano pretende ganar tiempo, pues abolir ese impuesto supondría tener que buscar nuevos recursos para seguir cumpliendo con el objetivo de déficit del 2,9 % prometido a Bruselas para este año y, sobre todo, significaría un gran varapalo para las depauperadas cajas de los municipios, que son las que recaudan esta tasa.

Desde Varsovia, adonde viajó hoy para reunirse con el jefe del Gobierno polaco, Donald Tusk, Letta quiso rebajar las expectativas ante las reformas que pueda aprobar mañana el Consejo de Ministros, el primero con medidas de calado de su Ejecutivo y en el que se aprobará además la eliminación del salario de los miembros de su gabinete que ya cobren como parlamentarios.

"Queremos tomar decisiones concretas, decisiones con los pies en la tierra, sabiendo lo que podemos hacer. El decreto de mañana no será un decreto de los milagros. Nos permite solo tener cien días, tener tiempo para poder hacer reformas a favor de las empresas, de las familias, de la lucha contra el desempleo", afirmó el primer ministro, en declaraciones a los periodistas italianos.

Según explicó hoy el titular de Asuntos Regionales, Graziano del Rio, tras reunirse en Roma con representantes de la Asociación de Municipios italiana, el Ejecutivo baraja la hipótesis de aplazar a septiembre u octubre el pago de esa tasa sobre la primera vivienda que quedará suspendida en junio.

Mañana el Ejecutivo, que tiene por delante también la tarea de intentar evitar la subida del IVA en su tipo general al 22 % prevista para el 1 de julio, abordará además la refinanciación del fondo para los expedientes de regulación de empleo temporales, para lo que, según Del Rio, se prevén entre 700 y 800 millones de euros.

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