Passos Coelho prepara el presupuesto "más difícil" de Portugal

  • El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, adelantó hoy que el presupuesto del Estado luso para el próximo año será "el más difícil" de la Historia reciente del país por la necesidad de cumplir los acuerdos de su rescate financiero.

Lisboa, 10 oct.- El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, adelantó hoy que el presupuesto del Estado luso para el próximo año será "el más difícil" de la Historia reciente del país por la necesidad de cumplir los acuerdos de su rescate financiero.

En declaraciones a los periodistas, el dirigente conservador recordó que la credibilidad presupuestaria es fundamental para que no suban los tipos de interés que penalizan la deuda de Portugal y le obligaron a pedir, en abril, 78.000 millones de euros a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El primer ministro advirtió también al Gobierno regional de Madeira, de su mismo partido y vencedor de las elecciones del domingo con mayoría absoluta, de que debe "resolver" el elevado desequilibrio financiero del archipiélago.

Madeira "está sofocada por el peso de la deuda", agregó Passo Coelho en alusión al desvío de más de mil millones en las cuentas del archipiélago detectado el mes pasado por las autoridades económicas de Lisboa, que se vieron obligadas a revisar al alza el déficit nacional por esa causa.

En relación al presupuesto de 2012, que el Gobierno quiere entregar el martes al Parlamento, el primer ministro reconoció que "será seguramente el más difícil de cerrar y el más difícil de ejecutar desde que hay memoria en Portugal".

Los sacrificios que exige la situación financiera lusa tienen el propósito, agregó, de "cumplir los compromisos ante la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)".

"Cada vez que los mercados duden de nuestra capacidad de cumplir, los tipos de interés van aumentar", alertó el primer ministro, para quien cuando haya un descenso de esas tasas será señal de que los mercados han ganado confianza.

Entre los problemas que tiene ante sí Portugal, que atraviesa la peor crisis económica en sus más de tres décadas de democracia, recordó la financiación de las empresas públicas, no cubiertas por el programa de rescate y con deudas atrasadas ante los bancos, y la dificultad de "hacer lo indispensable con menos dinero".

Pasos Coelho abogó por "reinventar todo" para reducir costes y recortó que los recortes en la salud, la seguridad social o la educación son necesarios porque estas áreas concentran el mayor gasto público.

Pese a la dureza de las medidas de austeridad que deberán aplicarse también en 2012, el primer ministro luso, que asumió el poder en junio, se declaró "orgulloso" de que los portugueses hayan comprendido su mensaje y apoyen la idea de que el país "no puede fallar el acuerdo firmado con la Troika" (la UE, el FMI y el Banco Central Europeo).

En los cuatro meses que lleva al frente del Gobierno el líder conservador ha aplicado ya varios paquetes de medidas económicas con aumentos de todos los impuestos -incluyendo uno equivalente a la mitad de la paga de Navidad- y recortes de subsidios sociales y de salarios, plantillas, gastos e inversiones del sector público.

Sobre las elecciones celebradas ayer en Madeira, que dieron el décimo mandato consecutivo a su presidente, Alberto Joao Jardim, pese al escándalo de las deudas ocultas, Passos Coelho subrayó que será necesario ejecutar "un programa de ajuste riguroso" para acabar con esos problemas financieros.

Pero Jardim, en el poder desde 1978 y cuestionado por su propio partido en Lisboa, se ha mostrado desafiante ante las presiones para que reducir los gastos en las islas, y proclamó ayer, en su discurso como ganador de los comicios, que no está dispuesto a exigir a los madeirenses más que al resto de los portugueses.

Passos Coelho, que decidió no participar en la campaña electoral del líder regional evitó hoy felicitarle aunque dio la enhorabuena "al pueblo de Madeira" por las "circunstancias difíciles que rodearon la elección.

"La situación que se vive en el archipiélago obligará seguramente a un gran empeño no solo de los madeirenses sino de su futuro Gobierno para resolverla", puntualizó el primer ministro.

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