La negociación entre sindicatos y empresarios para tratar de alcanzar un pacto de salarios para éste y el año próximo se anuncia más lenta de lo previsto inicialmente. Fuentes próximas a las conversaciones han confirmado a La Información que su primer encuentro, celebrado esta misma semana, apenas ha servido de toma de contacto para fijar un calendario de reuniones. Sobre la mesa, al margen de la subida salarial estarán asuntos como la brecha de género, contratación o igualdad, entre otros.
Las mismas fuentes explican que los representantes de CC.OO, UGT, CEOE y Cepyme se reunirán los próximos días 8, 12 y 22 de febrero para abordar estos asuntos y, así, tratar de llegar a un acuerdo que desbloquee la actual situación, puesto que ya el año pasado fue imposible lograr un pacto salarial, que es en realidad el núcleo duro de todo el proceso. La patronal ya dejó claro que se pondría el mes de marzo como tope para llegar a una solución consensuada.
Los empresarios se adelantaron a la hora de dar a conocer su oferta inicial. Está en línea con la propuesta que hicieron el año pasado y que establece una parte fija entre el 1,2% y el 2% más una parte variable superior al 0,5%. Así, CEOE y Cepyme mantienen el planteamiento conocido hasta el momento para que los salarios puedan subir por encima del 2,5%.
Mientras, los sindicatos piden que los salarios suban al menos un 3,1%, y que se se fije un salario mínimo en convenio de 1.000 euros brutos mensuales. Para los representantes de los trabajadores, habría que establecer un suelo salarial del 1,6% (que es la previsión de inflación del Gobierno para este año), más una subida del 1,5% en concepto de recuperación del poder adquisitivo. De esta manera, los salarios subirían, al menos, un 3,1%.
Productividad, contratación y brecha salarial
Además, tanto CCOO como UGT pretenden incorporar al acuerdo la productividad, siempre que ésta se sitúe por encima de la subida de los precios. De no ser así, lo que primará será ese suelo del 1,6%. En caso de que la productividad sea superior a ese porcentaje, el salario de los trabajadores se elevaría por encima del 3,1%.
El otro caballo de batalla que los negociadores sindicales quieren poner sobre la mesa ante la patronal es una reforma de la contratación que evite el exceso de temporalidad y la precariedad que domina los nuevos contratos. Ese es uno de los aspectos que más separan a ambas partes, dado que la patronal se encuentra cómoda con las opciones que ofrece el modelo actual.
En lo que respecta a la brecha en los sueldos entre hombres y mujeres, los sindicatos inciden en que ya hay una propuesta sobre la mesa que se presentó en la Mesa de Calidad del Empleo. Propuesta, que no se ha discutido aún, pero que esperan ahora sí entre a formar parte de las conversaciones. La última palabra la tendrán, aquí, las empresas. En su último informe al respecto el sindicato UGT fijaba de media esas diferencias en el 24%, por encima incluso del 11,5% que calcula el club de los países más ricos, la OCDE.
Dado el mal inicio que se ha producido en las negociaciones y la premura con la que ambas partes esperan cerrar algún tipo de acuerdo, desde fuentes sindicales no son optimistas sobre el resultado final de las negociaciones. Es más, alguno de sus dirigentes no oculta que, de no llegar a algo positivo con la patronal, los sindicatos pueden apostar por la buena sintonía que tienen con el ministerio de Fátima Báñez para que alguna de sus reivindicaciones se cumplan a través de modificaciones legales puestas en marcha desde el Ejecutivo. Aunque el pacto de salarios es la clave de toda la negociación abierta, las centrales no descartan tirar de la vía legislativa para modificar cuestiones relativas a la contratación y a la reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres.
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