Pedro Fernández Alén, presidente en funciones del CES

"Los fondos europeos se olvidan de los jóvenes: hay una generación en riesgo"

El líder del órgano consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y laboral alerta sobre la elevada tasa de paro juvenil y reclama un plan urgente para evitar una nueva fuga de cerebros masiva y retener talento.

PEDRO FERNÁNDEZ ALÉN PRESIDENTE CES
Pedro Fernández Alén, presidente en funciones del Consejo Económico y Social (CES)
CES

La crisis económica provocada por la pandemia amenaza a toda una generación. Son los más jóvenes y soportan una tasa de paro superior al 40% que podría enquistarse si no se pone en marcha un plan urgente para el rescate de este colectivo aprovechando el maná de los fondos europeos. Es el contundente mensaje que lanza Pedro Fernández Alén, presidente en funciones del Consejo Económico y Social (CES) y secretario general de la patronal de la pequeña y mediana empresa, Cepyme. Desde su conocimiento de las fortalezas y debilidades del mercado laboral español, analiza la compleja situación actual en una entrevista con La Información en la que defiende el diálogo social como columna vertebral de la labor legislativa.

¿Cuáles son los antídotos contra la epidemia del paro juvenil? El CES, que es el órgano consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y laboral, pretende dar respuesta a esta y otras cuestiones este lunes, en el acto para la presentación del Informe sobre Jóvenes y mercado de trabajo en España que clausura la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Fernández Alén adelanta algunas de las conclusiones, poniendo el foco en el trípode de la formación, la participación laboral y las políticas de empleo. Dentro de este último bloque, apunta a la Garantía Juvenil (una iniciativa europea que pretende facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo) como elemento de carácter permanente y a la necesidad de blindar el Plan de Choque por el Empleo Joven, a la vista de que su dotación presupuestaria puede quedar comprometida como consecuencia de la crisis sanitaria.

Pero el aspecto verdaderamente capital para el CES es el empleo estable. A juicio de su presidente en funciones, los fondos europeos se han "olvidado" del aspecto laboral. Por eso, la propuesta del pasa por incentivar la contratación indefinida de jóvenes con el dinero que venga de Europa, en dos fases. En la primera, sugiere impulsar la conversión de contratos temporales mediante acuerdos colectivos para incrementar la estabilidad de la población asalariada joven; y en la segunda, recomienda promover una contratación inicial más estable, incluso modulando los requisitos para el acceso a financiación o recursos procedentes del 'Next Generation'.

"Los fondos europeos deben tener en cuenta que los trabajadores de mañana son los jóvenes de hoy", remata Fernández Alén. En este contexto, advierte de que existe una "gran preocupación" porque se corre el riesgo de crear toda una "generación perdida". Habla en términos de nininis: jóvenes que ni tienen trabajo, ni lo buscan, ni lo quieren, porque han perdido toda esperanza. El panorama que dibuja es, cuando menos, inquietante: con un paro juvenil de más del 40%, la prioridad en estos momentos es retener el talento para que no vuelva a producirse una fuga de cerebros como la que se dio durante la crisis de 2008. En este contexto, resulta, a su juicio, necesario poner en marcha "un programa urgente para que no se vayan del país".

"Los fondos europeos deben tener en cuenta que los trabajadores de mañana son los jóvenes de hoy"

Habría más soluciones prácticas para reducir el desempleo estructural entre los jóvenes. Para evitar una cronificación del paro en este colectivo, como sucede con los mayores de 50 años, que tienen extremadamente complicado reengancharse al mercado laboral, resulta fundamental la formación continua. "Es importantísimo apostar por la formación dual, así como incrementar los contratos de formación, aprendizaje y prácticas", señala. El CES defiende el impulso a programas de formación y empleo en sectores específicos como el desarrollo sostenible, los servicios a la comunidad o las nuevas tecnologías. "Es en esas áreas precisamente donde se necesita gente joven", indica su presidente en funciones.

Hay otro aspecto clave que no entra a valorar el informe del CES y que es la precariedad salarial de los jóvenes. Precisamente, el Ministerio de Trabajo acaba de abrir la mesa de diálogo con la patronal y los sindicatos para abordar la revisión del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021. Aunque no entra a valorar el contenido de las negociaciones, el presidente en funciones del órgano consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y laboral recuerda que la decisión en este ámbito es competencia del Ejecutivo y sí se posiciona al afirmar que una eventual subida del SMI sin acuerdo en el diálogo social no sería positiva y anima a los interlocutores a pactar.

Defensa del diálogo social

Independientemente de lo que acabe sucediendo con el salario mínimo, Fernández Alén hace una defensa acérrima del diálogo social, poniendo en valor los seis grandes acuerdos que se han alcanzado este año entre el Ministerio de Trabajo, las organizaciones sindicales y empresariales. "En un momento de crisis como el actual, es muy positivo que el diálogo dé sus frutos y el Gobierno no se limite a la legislación pura y dura", asevera. "Estamos en un momento de colaboración, no de enfrentamiento", zanja sin dejar de comparar el entendimiento entre los agentes sociales con el tono bronco que reina en el Congreso de los Diputados: "Muchos de los temas que se están debatiendo saldrían adelante si se hablaran en el diálogo social".

"En un momento de crisis, es positivo que el diálogo social dé sus frutos"

Al finalizar la conversación, defiende que todas las normas, antes de salir publicadas en el Boletín Oficial del Estado, deberían pasar por el tamiz del CES como método para combatir la "lejanía de las leyes" que siente la sociedad en muchas ocasiones. Aunque sus dictámenes no son vinculantes, sí recogen el posicionamiento, además del Gobierno, la patronal y los sindicatos, de la sociedad civil, por eso, su presidente en funciones asegura que sus informes tienen un "valor extraordinario" porque siempre se llega a acuerdos, aunque se incluyan votos particulares. "El potencial del diálogo social es positivo para todos, también para los gobernantes", concluye.

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