Escrivá se fija en este sistema para las largas carreras

Por qué es inviable para España el 'poco generoso' modelo de pensiones alemán

La prestación media en el país centroeuropeo es de mil euros y se necesitan 45 años para retirarse antes con el 100%, aunque cuentan los años de estudio. El paro juvenil es del 6,2%, frente al 34,3% de España.

Manifestación de pensionistas frente al Congreso
Los pensionistas y jubilados se manifestarán el próximo 16 de octubre.
Europa Press

El modelo de pensiones alemán, que asumirá cambios a corto plazo, se ha convertido en el último referente del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para reformar el sistema español, sobre todo en aspectos como la penalización de las largas carreras o la implantación de los planes de pensiones de empleo con el objetivo de garantizar pensiones dignas en un contexto de envejecimiento de la población, un mercado de trabajo inestable y a la espera del retiro masivo de la generación del 'baby boom'.

El ministro de Seguridad Social, que ha dado el visto bueno a las revalorización de las pensiones de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), que costará el próximo año un mínimo de 5.800 millones de euros si los precios suben el 2,5%, se ha enrocado a la hora de mantener la penalización por retiro anticipado de los trabajadores con grandes carreras -40 años cotizados- y el único paso adelante que ha dado, muy tímido según los pensionistas, y que apenas afectará a 20.000 trabajadores, ha sido hacer concesiones, que van de 5 a 82 euros mensuales, a los trabajadores con más 44,5 años en el mercado de trabajo.

Pese a las diferencias del mercado laboral español y el alemán, que tiene una tasa de desempleo del 5,7% y del 6,2% entre los jóvenes, frente a porcentajes que se sitúan en nuestro país en el 14,3% y en el 34,3%, respectivamente, Escrivá se ha fijado en el sistema de pensiones del país centroeuropeo, en el que sus trabajadores se jubilan con 67 años, una edad que podría aumentar de forma inminente. Sin empleo estable y carreras de cotización no se pueden garantizar prestaciones decentes, pero curiosamente España sigue entre los países más generosos a la hora de pagar sus pensiones -el 78% del último sueldo- y Alemania es uno de los más rácanos con sus jubilados.

En Alemania se tiene en cuenta los estudios superiores como años de cotización, pero la pensión apenas supone el 38% del último sueldo

Para poder obtener el 100% de la pensión en Alemania es necesario haber cotizado durante 45 años, algo que desde luego no es imposible si se empieza a trabajar en torno a los 20 años, teniendo en cuenta que las lagunas en las carreras de cotización son inusuales, al contrario que en España, y que tiempo invertido en la formación profesional o estudios universitarios es considerado como años de cotización, un aspecto relevante que hace que haya un número muy importante de personas que se jubilan anticipadamente con 45 años trabajados. Además, las penalizaciones por retiro anticipado son muy inferiores, 3,6% por año, que las que entrarán en vigor en España el próximo año, que serán del 21% si se producen justo a los 63 años.

Estos son algunos de los puntos más positivos para los pensionistas del sistema alemán, pero son muchos, posiblemente más, los negativos. Los alemanes tienen una tasa de sustitución -último sueldo frente a pensión- de apenas el 38%, 40 puntos porcentuales menos que España, que supera además en 20 puntos la media europea. En nuestro país, la pensión media se situaba en agosto en 1.193 euros -las nuevas prestaciones son mucho más elevadas-, mientras en el país centroeuropeo, según los últimos datos oficiales, apenas alcanza los 1.000 euros.

Mientras que para apenas el 1,5% de los españoles encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) las pensiones es el principal problema, pese al tenso debate que se está viviendo por la reforma, en Alemania la mitad de la población teme por su prestación, una preocupación que se justifica en la extrema pobreza de los jubilados de este país. Hasta 2021 no existían complementos a la pensión mínima, que se consiguen con 33 años cotizados y con unas férreas condiciones, y la máxima está topada en 2.700 euros, lo mismo que en España donde los sueldos suponen menos de la mitad de los que cobran los alemanes de media.

Las pensiones alemanas se sustentan con fondos de empleo, que tienen suscritos el 70% de los trabajadores, una iniciativa que impulsará Escrivá en España

La clave para mantener tranquilos a los pensionistas de Alemania es que buena parte de sus ingresos tras la vejez proceden de lo aportado de planes de pensiones privados y de empleo, una iniciativa que ha rescatado Escrivá para su reforma, que contempla un fondo público que sirva para atraer a las pymes, que mayoritariamente desconocen como funcionan estos productos de ahorro. El Betriebliche Altersversorgung -plan de pensiones ocupacional- se nutre de las aportaciones de trabajadores y empleadores, contempla importantes incentivos fiscales para ambos y siete de cada diez asalariados están cubiertos por alguno de estos planes. Las prestaciones se cobran como renta vitalicia y, excepcionalmente, en un único pago.

Según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales alemán, casi la mitad de sus jubilados, especialmente mujeres y los ciudadanos del Este, reciben menos de 800 euros de pensión y la prestación media ronda apenas mil euros, procedente de salarios que sitúan en los 52.000 euros mensuales frente a los 26.000 euros de los españoles. Sus prestaciones se revalorizan de acuerdo al crecimiento a la economía, frente al aumento vinculado al IPC en nuestro país.

Las largas carreras de cotización en España se han convertido en el último punto de debate en la reforma de pensiones iniciada por Escrivá el pasado año, que ya ha propiciado un acuerdo para poner en marcha las primeras medidas en 2022, entre las que se incluyen incentivos al retraso de jubilación y penalizaciones al adelanto. Tanto los partidos, como prácticamente todos los gobiernos regionales, además de municipios y diputaciones provinciales, apoyan que los cotizantes con más de 40 años, que entraron en el sistema en con 15 o 16 años, no sean penalizados a la hora de jubilarse anticipadamente y que los que ahora están en sistema, reciban la compensación, aunque no de forma retroactiva.

Asjubi40, que agrupa a medio millón de pensionistas, ha convertido esta reivindicación en el eje de su discurso y tratará en los próximos días que los partidos del Pacto de Toledo se pronuncien nuevamente sobre el tema, teniendo en cuenta que es una de las recomendaciones que esta comisión ha hecho llegar al ministro Escrivá. La asociación prevé una macromanifestación el 16 de octubre, ya que asegura que la última cesión del ministerio apenas supone cinco euros. Santiago Menchero, portavoz de Asjubi40, apunta que en vez de mirar a Alemania, habría que poner el foco en Portugal, donde los que empiezan a trabajar antes de los 17 años reciben el 100% de la pensión incluso si su retiro es anticipado.

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