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Incógnitas de las pensiones en España: esto les espera a los jubilados en 2022

El nuevo factor de equidad generacional y la subida de cotizaciones, son algunos de los principales cambios a lo largo de este nuevo año.

Un jubilado.
Un jubilado.
Imagen de Stefamerpik en Freepik.

El año 2022 supondrá en materia de pensiones la puesta en práctica de la reforma de pensiones impulsada por el Gobierno en 2021. Habrá un nuevo factor que entrará en juego al calcular las pensiones (factor de equidad), también se revalorizan las pensiones un 0,5% según el acuerdo de la Administración con los agentes sociales y ganan peso los planes de empleo (es decir, de empresa), cuya aportación máxima se verá reforzada frente a los planes de pensiones de toda la vida (los individuales).

Una batería de cambios que moldearán las nuevas pensiones. El factor de equidad es el que puede moldear el modelo español de pensiones a más largo plazo. Elisa Chuliá, miembro del Foro de Expertos del Instituto BBVA de pensiones, señala que este factor sustituye al de sostenibilidad que se puso en marcha en 2013, ahora "derogado y sustituido por el mecanismo de equidad generacional".

La demografía, cara y cruz

La implicación más práctica es que ahora el foco se pone en aumentar los ingresos del sistema. "Y esto es la generación de los baby boomers, que comenzará a jubilarse en los próximos años". Chuliá, también investigadora de Funcas, presume que entre 2025 y 2050, el sistema de pensiones estará sometido a "una presión financiera importante".

Más aún, como ya se notará en las retribuciones de 2022, por el mayor gasto que la Administración deberá llevar a cabo para pagar las pensiones de un grupo cada vez más grande de mujeres que en las décadas pasadas accedieron al mercado laboral. "Muchas mujeres de esas generaciones ya hemos trabajado y tenemos carreras de cotización completas. Y en cualquier caso, hemos cotizado los 15 años trabajados para recibir la pensión contributiva. Somos muchos y una proporción más grande de cada una de esas cohortes las que van a recibir la pensión".

Un segundo cambio demográfico seguirá latente en las pensiones de 2022: el aumento de la esperanza de vida. Chuliá explica que el modelo español permite al contribuyente acceder a una doble retribución cuando se dan las circunstancias: la pensión contributiva (jubilación) y la de viudedad. Muchas mujeres, y también hombres, nos convertiremos en perceptoras de dos pensiones: jubilación y viudedad. "El sistema actual permite que concurran las dos siempre que no se supere la pensión máxima. Muchas mujeres y algunos hombres acabarán siendo dobles perceptores", situación que preocupa a muchos expertos, admite esta profesora de la UNED.

Al mismo tiempo, la demografía también puede ser aliada para resolver uno de los mayores problemas del sistema de jubilaciones español: el déficit de tiempo cotizado por la alta tasa de paro. "Como consecuencia de la evolución demográfica, ese problema tenderá a disminuir: seguramente va a haber demanda por parte de los empleadores y, siempre que las competencias de los trabajadores se ajuste a lo que requieren los empresarios, se encontrará más fácilmente de empleo", sostiene Chuliá.

Subida del 0,5% de las cotizaciones

El Gobierno acordó el pasado año una subida del 0,5% de las cotizaciones. Fue acordada con los sindicatos y sin el plácet de la patronal. En la práctica supone subir 0,5 puntos porcentuales la cotización de las empresas (pasarán a cubrir el 24,1% de la base de cotización) y 0,1 puntos la de los trabajadores (4,8%).

La medida repercute a corto plazo en el sueldo del trabajador, que baja ligeramente (entre 1 y 2,5 euros netos mensuales). El objetivo, de nuevo, es aumentar los ingresos del sistema. Elisa Chuliá resalta que por esta vía de cotizaciones adicionales se obtendrán entre 40.000 y 45.000 millones de euros. "Si esa cifra se compara con la cifra del fondo de reserva de la seguridad social en 2011, unos 68.000 millones de euros, y teniendo en cuenta está casi a cero desde 2012, uno se da cuenta de lo rápido que desaparece el fondo", explica a Finect, cuya página web incluye una sección para preparar la jubilación a través de inversiones, como los planes de pensiones indexados.

"Conseguiríamos aportar al fondo de reserva 45.000 millones, bastante menos de lo que teníamos y que se agotó en poco tiempo, por una crisis económica que es una evolución del ciclo económico ante el que tampoco estamos protegidos", valora la experta.

Los planes de empleo, reforzados

Los planes de pensiones de empleo salieron reforzados en los Presupuestos Generales de 2022. El Gobierno aumentó hasta los 8.500 euros el límite máximo anual que se podrá aportar a estos planes colectivos. Este incentivo a los planes de empleo contrasta con la reducción de la aportación máxima a los planes de pensiones individuales: el capital máximo que se podrá desgravar el contribuyente en la declaración de la Renta baja de 2.000 a 1.500 euros.

De esta forma, un asalariado podrá percibir una contribución a su plan de empleo de 4.250 euros por parte de la empresa. Además, podrá aportar esa misma cantidad a título individual, una novedad frente al ejercicio fiscal anterior. El trabajador podrá aportar otros 1.500 euros a su plan individual para llegar al límite de 10.000 euros por contribuyente.

"Es una buena idea desarrollar lo que se ha llamado el segundo pilar del sistema de pensiones, que se equilibre el peso de los diferentes pilares", valora Chuliá, que, sin embargo, objeta lo siguiente: "Sabemos que se está debilitando el tercer pilar -el sistema de pensiones de previsión individual-. Habría merecido una revisión más cuidadosa que un recorte en la aportación deducible de 8.000 a 2.000 euros y luego a 1.500 euros".

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