Aun con la revisión del 8,47%

La mitad de las pensiones seguirá sin superar el SMI tras la revalorización

El Gobierno elevará las pensiones cerca de un 8,5% en 2023, lo que supondrá un gasto adicional de 15.000 millones. Con todo, casi la mitad de los perceptores seguirá sin llegar a los 1.000 euros mensuales.

La mitad de las pensiones seguirán sin superar el SMI tras la revalorización
La mitad de las pensiones seguirán sin superar el SMI tras la revalorización
Europa Press

El incremento de las pensiones contributivas, y no contributivas, de cara al año que viene será fundamental para que los pensionistas puedan afrontar la coyuntura económica de la mejor manera posible. La deriva inflacionista que arrastra la economía desde hace dos años ha sacudido los bolsillos de empresas y familias, muchas de las cuales ahora echan cuentas para poder llenar el carrito de la compra. Sin embargo, a pesar de que el alza del 8,47% supera con creces las anteriores revisiones de récord, que fueron el 3,9% de 2002 y el 3,5% de 2005, casi la mitad de los pensionistas en el país cobrará por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). En concreto, 2,91 millones de los 6,25 de pensionistas españoles seguirán viviendo sin ser ni siquiera mileuristas. Es decir, el 46,5%.

De acuerdo con la Ley 21/2021, de 28 de diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, aprobada por el Gobierno de España, las pensiones suben anualmente conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC). De tal forma que, según la Seguridad Social, en 2022, un 52,4% de los pensionistas cobra el SMI o menos; un 42,4% está entre el SMI y la pensión máxima, y tan solo un 5,2% gana más de 39.468 euros anuales. Y salvo que el Instituto Nacional de Estadística (INE) anunciara el próximo 14 de diciembre un improbable descuadre de más de 1,2 puntos en el dato de la inflación interanual del 6,8% adelantada en noviembre, la subida de las pensiones contributivas se mantendrá (las no contributivas crecerán un 15%).

La dotación de pensión más habitual en España es el tramo entre los 700 y los 750 euros, en torno a 1,11 millones de personas se encuentra en esa horquilla. Le siguen la franja de los que cobran entre 650 y 700 euros, y el grupo de los que perciben entre 850 y 900 euros, que cuenta con 498.240 beneficiarios. Todos ellos por debajo del SMI. No obstante, sólo un tercio de los 15.000 millones presupuestados para ampliar las cuantías se destinarán a subir las pensiones más bajas, según calcula el Banco de España. Al mismo tiempo, las pensiones máximas superarán los 3.000 euros brutos por primera vez.

Las pensiones no lograrán elevar los tramos más bajos

Según el último Informe Económico Financiero de la Seguridad Social, hay 2.917.122 jubilados cuya prestación contributiva no llegaba en julio de este año a los 900 euros; un 46,6% del total que no alcanzarán los mil mensuales ni con la revisión del 8,7% prevista. Es decir, que pese a la nueva cuantía, con una subida de 93 euros mensuales sobre la pensión media de 1.094,02 euros, casi la mitad de los jubilados van a permanecer por debajo de la franja de los mil euros, el actual SMI. 

En la misma línea, 1,6 millones jubilados, más de la cuarta parte del total, se mantendría por debajo del umbral de la pobreza, definido en 800 euros por el INE (11.202,20 euros anuales para una persona que viva sola). Si bien es cierto que esa tasa podría verse reducida con la concesión de ayudas complementarias. La Seguridad Social estipula cada año un umbral mínimo que debe alcanzar cada tipo de pensión en España y, para aquellos que no lo alcanzan, concede un complemento a mínimos para asegurar que todas las familias superan ese ratio.

La revisión del 8,5%, tras la del 2,5% del 2022, sitúa en el 11,2% la subida ponderada en los últimos dos ejercicios, dos puntos por debajo de la inflación, que se ha disparado un 13%, un desequilibrio que sigue sin compensar la pérdida del poder adquisitivo. Pese a ello, ya supone un gran avance si se compara respecto a lo que está ocurriendo en el mercado laboral, donde ni el SMI por el momento se mantiene y más de un tercio de los trabajadores sigue con su sueldo congelado. 

Algunos analistas se muestran escépticos sobre la viabilidad y sostenibilidad de este sistema de cara a la siguiente generación de jubilados. Por esa razón, plantean alternativas como las de aplicar el incremento exclusivamente a los tramos más bajos. Temen que el déficit de cara a las pensiones de los 'baby boomers' pueda romper el equilibrio económico.

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