Perder la custodia de tu hijo por trabajar en el sector más precario: la hostelería

Un camarero sirviendo bebidas
Un camarero sirviendo bebidas
Europa Press - Archivo

Detrás del caso del camarero que ha perdido la custodia compartida de sus dos hijos porque trabaja demasiado y no tiene tiempo para ocuparse de ellos debidamente se esconde una cruda realidad: la precariedad generalizada en un sector que emplea en España en torno a 1,8 millones de trabajadores, casi el 10% del total de afiliados a la Seguridad Social. Y eso sin tener en cuenta a los que trabajan sin contrato, que no son pocos.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Badajoz deja claro que el único motivo para revocar a este padre la custodia compartida de sus hijos es su profesión. Él asegura que en un futuro "acomodará su trabajo para hacerse cargo de sus hijos", pero la sala, pese a no dudar de su "idoneidad" para cuidar de los menores y considerar que "la intención es buena", apunta que "al trabajar como camarero su jornada laboral puede hacer difícil el cumplimiento de sus deberes parentales diarios".

En sus alegaciones, el padre también recuerda que trabaja solo a tiempo parcial. Y este es precisamente uno los puntos más conflictivos de la sentencia, a juicio de la secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, Lola Santillana. ¿Cómo es posible que el padre no disponga de tiempo suficiente para cuidar a sus hijos si trabaja a tiempo parcial? "Es uno de los problemas más graves extendidos en el sector de la hostelería: aumenta la contratación a tiempo parcial que esconde, en la mayoría de los casos, jornadas completas y, lo que es peor, excesos de jornada no retribuida", comenta Santillana. 

En un informe reciente el sindicato CCOO denuncia la prolongación no retribuida de la jornada laboral por la que los empresarios de este país se ahorran, según sus cálculos, 11.500 millones de euros al año. Precisamente la hostelería aparece como una de las actividades donde más horas se trabajan por encima de la jornada pactada y donde hay más trabajadores afectados que hacen una media de 13,6 horas semanales extraordinarias por las que no cobran ni un euro. 

"Estas jornadas se intensifican durante las temporadas turísticas, en las que se trabajan muchas horas sin descanso", denuncia Santillana, que habla de condiciones "precarias e indignas". Explica que las características propias del sector hostelero dificultan la labor de la Inspección de Trabajo a la hora de acudir a bares y restaurantes a comprobar si hay camareros trabajando fuera de su horario. "A la escasez de inspectores para intervenir durante los fines de semana o por las noches se suman las trampas que hacen los empresarios que aprovechan el margen que introdujo la reforma laboral en el contrato a tiempo parcial y no especifican el horario concreto del trabajador", matiza Santillana.

Pese a la falta de recursos humanos, Santillana asegura que sí se están produciendo inspecciones en locales. Recuerda, además, que desde el pasado mes de mayo el registro de jornada es obligatorio para todas las empresas, sin excepción, con el objetivo de luchar contra la precariedad laboral, controlando el horario de los trabajadoras y evitando, en última instancia, las horas de más no pagadas y no cotizadas a la Seguridad Social. Pero hay ciertos sectores especialmente sensibles a esta nueva regulación, como el hostelero, donde hay quienes todavía no han aplicado ninguna forma de registro. En cualquier caso, Santillana recuerda que le Ministerio de Trabajo ha dado una moratoria para poder negociar y, de momento, la Inspección no está multando a los establecimientos.

A la elevada temporalidad y parcialidad de los contratos hay que sumar los salarios precarios que se cobran en este sector, considerado de escaso valor añadido. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los sueldos más bajos se pagan a aquellos que se pasan la jornada en bares, restaurantes y hoteles. La hostelería registra remuneraciones medias anuales de apenas 14.540,14 euros, muy por debajo de los 23.646 euros que se cobran de media en España. Eso, al menos, es lo que consta en las estadísticas, sin contar los pagos en negro tan generalizados en el sector. 

No solo los camareros

En sus alegaciones, el padre también añade que cuenta con el apoyo de su extensa familia para el cuidado de los niños. En la sentencia, la Audiencia reconoce que la custodia compartida "no está prevista solo para progenitores desocupados o empleados con horarios flexibles" y que en la sociedad actual, donde es habitual que ambos padres trabajen a tiempo completo "la ayuda familiar y externa está a la orden del día", eso sí, siempre que se trate de complementar, no de sustituir al progenitor. En el caso de este camarero, sin embargo, la sala considera que en su situación laboral, pese a la ayuda familiar, "puede ser contraproducente la adopción de dicha custodia".

Con todo, esta incompatibilidad de la actividad laboral con el régimen de custodia compartida no es exclusiva de los camareros. Así, la sentencia del Tribunal Supremo 30/2019, de 17 de enero, viene a decir que el buen funcionamiento de la custodia compartida pasa por tener horarios laborales compatibles. Del mismo modo, también del Tribunal Supremo, la sentencia 593/2018, de 30 de octubre, respecto de un distribuidor autónomo de productos farmacéuticos, deniega la custodia compartida por tener un horario difícilmente compatible para su correcto ejercicio. Y la sentencia del Tribunal Supremo 130/2016, de 3 de marzo, rechaza la custodia compartida en el caso de un bombero, resaltándose su falta de disponibilidad al tener, entre otras cosas, guardias frecuentes.

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