Ginebra, 30 ago.- El personal de la restauración muestra una mejora de su salud equivalente a una ganancia de tres años de vida gracias a la prohibición de fumar en locales públicos cerrados, según confirma un estudio científico suizo divulgado hoy.
La investigación, realizada por el Instituto Tropical y de Salud Pública del Cantón de Basilea, se basó en exámenes cardiovasculares a un centenar de trabajadores de bares y restaurantes, principalmente camareros.
En el caso de los establecimientos más pequeños también participaron de forma voluntario ayudantes de cocina que suelen colaborar con el servicio a los clientes.
El resultado fue que esos empleados mostraban una mejora en sus indicadores cardiovasculares equivalentes a tres años adicionales de vida.
Los participantes en el estudio se sometieron a un primer examen médico antes de que se aplicara la prohibición de fumar, el 1 de mayo de 2010, y a otras pruebas médicas similares seis y doce meses después.
Según el estudio, el efecto de la desaparición del humo en el entorno laboral fue equivalente a una ralentización de tres años del envejecimiento para esa categoría de trabajadores.
Se determinó que antes de esa restricción, los empleados inhalaban pasivamente el equivalente a cinco cigarrillos diarios y que una vez entrada en vigor la prohibición esa exposición era dieciséis veces menor.
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