Unos 150 millones entre las dos campañas 

La anchoa alivia al Cantábrico mientras espera al bonito para sortear otra crisis

Con la cuota de pesca disponible y a un precio medio de unos 2 euros el kilo en lonja, los profesionales del sector pueden conseguir más ingresos y salvar un año que se preveía muy complicado.

Pesca anchoa en el mar Cantábrico
La anchoa alivia a los pescadores mientras esperan al bonito para salir de la crisis. 
H.Bilbao / Europa Press / ContactoPhoto

Las costeras de la anchoa y el bonito son las dos pesquerías más importantes del año para la flota galaico-cantábrica. Entre marzo y octubre los pesqueros de bajura desde A Guarda a Hondarribia se lanzan al mar a la búsqueda de estas dos especies que procuran a la flota cerca del 80% de los ingresos del año. Y en este 2023 la costera de la anchoa, entre marzo y junio principalmente, está siendo “satisfactoria” en cuanto a capturas y precio en lonja, con una media de dos euros por kilogramo. Una manera de aliviar las penurias que el sector ha atravesado en los últimos años debido a la pandemia de la Covid-19, las bajas capturas o los altos precios del combustible.

Hasta la llegada del bonito, a primeros de junio, la flota de cerco del Cantábrico se centra en la pesca de la anchoa o bocarte para la que cuenta con la cuota más alta en años, con un total de 30.182 toneladas. Ya al inicio de la costera la flota, que apura estos días la cuota asignada hasta mitad de año, esperaba una campaña “rentable”. Y así lo expresaba hace unos días la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, cuando afirmaba que el desarrollo de la costera de anchoa hasta ahora "puede calificarse como satisfactorio, desde el punto de vista de las capturas, y es posible que para finales del mes de mayo o comienzos de junio lleguemos a agotar la cuota establecida para este primer semestre".

Cuota de pesca disponible 

Con la cuota de pesca disponible y a un precio medio de unos 2 euros en lonja, 1,50 el kilo las de mediano tamaño y 2,50 las grandes, que en su mayor parte son adquiridas por laa conserveras-, armadores y marineros pueden ‘pescar’ un buen pellizco con la anchoa, de más de 60 millones de euros. Aún reconociendo que la costera va “mejor” que en años anteriores, el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen, cree que todavía “no se está pagando al pescador el auténtico valor que tiene la anchoa. Este año estamos trayendo anchoa de calidad y los precios no están por ahora en sintonía”.

Y tras la anchoa, los pesqueros del Cantábrico se lanzarán a por el bonito del norte, el pescado del verano entre la desembocadura del río Miño y el cabo de Higuer y, sin duda, la campaña más importante de la flota que, con una cuota de 18.126 toneladas, la misma del año 2022, y a un precio medio estimado de 4,5 euros el kilo de túnido puede reportar a pescadores y armadores más de 80 millones de euros.

Y aunque la campaña todavía no ha comenzado como tal, el pesquero de Pasajes (Gipuzkoa) Gaztelugatxeko Donibane y el buque gallego Aradón Berria, descargaron este pasado 22 de mayo en Avilés (Asturias) 2.300 y 1.500 kilos respectivamente de bonito capturado con anzuelo en aguas cercanas a las islas Azores, en pleno Océano Atlántico. Y los primeros ejemplares de bonito, capturados por el pesquero vasco antes citado, se subastaron a un precio récord de 370 euros el kilo la primera tina de 100 kilos, un euro más que la temporada pasada, y fueron comprados por la cadena de supermercados Aklimerka.

Aún así llama la atención el hecho de que la primera entrada de bonito del año se produzca cuando la práctica totalidad de la flota de bajura del Cantábrico ni siquiera ha dado comienzo a la campaña de pesca de esta especie y continúa inmersa en la pesquería de anchoa. “Nunca se había producido una descarga de bonito en el Cantábrico tan temprano como este año”, cuenta un mayorista de pescado de Getaria (Gipuzkoa). “La información que nos llega desde el Atlántico apunta a un incremento inusual en la temperatura del agua, que se encuentra un par de grados más caliente que otros años en estas mismas fechas. De ahí que el bonito pueda haber adelantado la migración que realiza todos los años para alimentarse”.

La flota del Cantábrico todavía esperará un par de semanas para salir a la mar a por el bonito. “La campaña del bonito es la más importante del año para nuestra flota. Más si cabe, tras los malos resultados que nos ha dejado la costera de verdel, en la que la mayoría de barcos ni siquiera hemos podido pescar la mitad de nuestra cuota”, explica el patrón de un pesquero de Hondarribia (Gipuzkoa).

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