Sociedad muy dividida entre ricos y pobres

La pesimista conclusión de Ray Dalio sobre el futuro económico inminente

El presidente de Bridgewater ha escrito “Principios para enfrentarse al nuevo orden mundial: por qué triunfan y fracasan los países”, su tesis es que cada cierto tiempo, se produce una crisis por imprimir dinero.

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La pesimista conclusión de Ray Dalio sobre el futuro económico inminente.
Agencia EFE

Ray Dalio, presidente del fondo americano Bridgewater (una de las mayores gestoras del mundo), lanzó en marzo de este año su último libro titulado “Principles for Dealing with the Changing World: Why Nations Succeed and Fail”, en España se titula “Principios para enfrentarse al nuevo orden mundial: por qué triunfan y fracasan los países”, y se lanzará el próximo 27 de abril por Deusto, traducido por Diego Sánchez de la Cruz.

Dalio acompañó el lanzamiento de su libro en inglés con un video subido a YouTube que ya tenía más de 10 millones de visualizaciones en las dos primeras semanas de abril de 2022, y más de 20.000 comentarios. Su tesis es que cada cierto tiempo, se produce una crisis que es causada por la manía de los bancos centrales de imprimir dinero. Cuando sobreviene esa crisis ya es tarde pues significa que la sociedad está muy dividida entre ricos y pobres. Entonces se cae en el extremismo populista político pues la izquierda quiere que se distribuya mejor la riqueza, y la derecha quiere mantener la riqueza de los que ya la tienen. Es la polarización política. 

Los que hayan seguido los boletines de Dalio por correo electrónico y en redes sociales (LinkedIn) se encontrarán cosas familiares como esa obsesión suya de encontrar patrones estudiando largos periodos de la historia. Su anterior libro titulado “Las grandes crisis de la deuda” solo abarcaba los últimos cien años. Este nuevo recoge las enseñanzas de la evolución de 11 grandes imperios de los últimos 500 años, los 20 países más importantes de los últimos 100 años y las principales dinastías de China en los últimos 1.400 años.

Al ampliar su estudio a tantas centurias, Dalio quería comprobar si el patrón se repetía. Por supuesto que se repetía: la evolución económica de los grandes imperios en la historia es muy similar. Todo imperio o sociedad a lo largo de la historia se desarrolla en un Gran Ciclo que contempla tres periodos que él llama el ascenso, la cima y la decadencia. Esto es lo que sucede:

Ascenso

1 Liderazgo fuerte.

2 Inventiva.

3 Educación.

4 Cultura fuerte.

5 Buena asignación de recursos.

6 Buena competitividad.

7 Fuerte crecimiento de los ingresos.

8 Mercados y centros financieros fuertes.

Cima

9 Menos productivo.

10 Sobrecarga.

11 Pérdida de competitividad.

12 Brechas de riqueza.

Decadencia

13 Grandes deudas.

14 Impresión de dinero.

15 Conflictos internos.

16 Pérdida de reservas de divisas

17 Liderazgo débil.

18 Guerra civil/revolución.

“Principles for Dealing with the Changing World: Why Nations Succeed and Fail”
“Principles for Dealing with the Changing World: Why Nations Succeed and Fail”

Ray Dalio

Estas tres fases se pueden dibujar como las de una montaña. En la falda izquierda está el crecimiento, en la cima está el máximo desarrollo de ese imperio o sociedad, y en la falda derecha está la decadencia. Al imperio español, holandés y británico les ha sucedido lo mismo en la historia. Al final, en lo que refiere a la economía todo se reduce a la emisión de deuda, a la circulación de masas de dinero y a las crisis. Cuanta más emisión de dinero, más deuda. El resultado es la crisis. Y de nuevo empieza el ciclo.

La preocupación por encontrar un patrón comenzó cuando Dalio era muy joven. En agosto de 1971 Richard Nixon, presidente de los EEUU, anunció que ya no se podría cambiar nunca más billetes de dólar por oro. Fue el fin del patrón oro. El dólar circularía libremente y al cambio que los mercados estableciesen. Dalio se fue al día siguiente a la Bolsa (un lunes), pensando que aquello se iba a hundir: qué fascinante ver una catástrofe en directo. Pero en lugar de caer, la bolsa creció un 4%. Y en los meses siguientes un 25%. Dalio se quedó impresionado. El dólar se devaluó, pero la bolsa tomó un impulso. Entonces se puso a estudiar si este fenómeno había sucedido en el pasado y se dio cuenta de que sí: la única diferencia es que era la primera vez que le sucedía a él.

A partir de ahí empezó su denodada búsqueda de un patrón. Esa búsqueda le ha llevado a afinar cada vez más el patrón (él lo llama arquetipo). De hecho, en este nuevo libro explica que su investigación empieza con un modelo mental. Primero busca relaciones causa/efecto que impulsan el progreso típico de las naciones. “Luego pongo estos modelos mentales en algoritmos… para ayudarme a tomar decisiones basadas en ellos”. A continuación empieza a crear reglas para la toma de decisiones. Para eso emplea las leyes de la lógica de primer grado: “si sucede X, entonces sucede Y”. Por último, cuando la norma se cumplía, entonces su fondo Bridgewater decidía si valía la pena invertir o no.

La mayor parte de los inversores se centra en plazos muy cortos porque su vida profesional abarca plazos existenciales cortos. “Creo que la razón por la que las personas normalmente se pierden los grandes momentos de evolución que se les presentan en la vida es porque experimentan solo pequeñas partes de lo que está sucediendo. Somos como hormigas preocupadas con nuestro trabajo de llevar migajas en nuestras muy breves vidas en lugar de tener una perspectiva más amplia de los patrones y ciclos generales, las cosas importantes interrelacionadas que los impulsan, dónde estamos dentro de los ciclos y lo que es probable que suceda”.

¿Cómo empieza el ciclo económico? La verdad es que es difícil saber dónde empieza, pero como es necesario definirlo, Dalio empieza con un hilo temporal. Imaginemos una sociedad en sus inicios. La gente trabaja duro, invierte en educación, esto se convierte en saber económico y destreza, lo cual les lleva a la prosperidad. Esa sociedad crea unos valores que se promueven en la familia y son imitados por la sociedad. Luego, la prosperidad desemboca en que parte de las generaciones posteriores ya no trabajan tan duro, sino se hacen “disfrutonas” de la riqueza heredada. Se endeudan y gastan por doquier. Llega un momento en que el país no puede responder a sus deudas y dejan de prestarle dinero; los inversores internacionales se retiran. Los bancos centrales empiezan a imprimir dinero para pagar la deuda y la moneda se devalúa. La situación económica del país se deteriora. Ahí empiezan las desigualdades, porque una parte de la sociedad tiene mucho y otra tiene poco. Estamos a un paso de los disturbios y las revoluciones. Los pobres quieren ganar más y que se reparta la riqueza, y los ricos quieren proteger su riqueza de los que quieren que se reparta. Para calmar los ánimos, los estados imprimen aún más dinero y aumentan la deuda, la cual es impagable. Empieza la inflación, que hace más pobres a los pobres. La izquierda quiere extraer dinero a los ricos y pide que se suban los impuestos: se movilizan los populismos de izquierdas. Los ricos desean mantener su riqueza, y apoyan a populistas conservadores. El choque es inevitable. Se desemboca en grandes disturbios o guerras. Es la etapa de la destrucción. Empieza la recesión y eso da lugar a una nueva sociedad que quiere corregir los excesos de antes. Se vuelve al punto de partida.

Uno de los ejemplos que alarma a Dalio es lo que está sucediendo en su propio país en los últimos años. Para afrontar la crisis de 2008, el Estado comenzó a imprimir más dinero en EEUU. Eso ha generado una deuda enorme, así como grandes desigualdades. La sociedad se ha polarizado. El resultado es que en 2016 los americanos eligieron como presidente a un populista, Donald Trump. “Poco después de la elección de Trump en 2016 y con los aumentos del populismo en los países desarrollados cada vez más evidentes, comencé un estudio llamado ‘Populismo: el fenómeno’. Eso me hizo ver cómo en la década de 1930 las brechas en la riqueza y los valores llevaron a profundos conflictos sociales y políticos que son similares a los que existen ahora. También me mostró cómo y por qué los populistas de izquierda y los populistas de derecha son más nacionalistas, militaristas, proteccionistas y conflictivos, y a qué condujeron esos enfoques”.

Dalio ha dedicado años a resolver el enigma de las crisis y piensa que ha dado con la fórmula de los Grandes Ciclos. “Aprendí que lo más importante que afecta a la mayoría de las personas en la mayoría de los países a lo largo del tiempo es la lucha por crear, tomar y distribuir riqueza y poder”, dice el financiero norteamericano. También sostiene una tesis muy cerca del marxismo. “He visto cómo, a lo largo del tiempo y en todos los países, las personas que tienen la riqueza son las personas que poseen los medios de producción de la riqueza”, dice Dalio. “Para mantener o aumentar su riqueza, trabajan con las personas que tienen el poder político, las cuales están en una relación simbiótica con ellos, para establecer y hacer cumplir las reglas”.

Parte de las ideas de Dalio recuerdan a la tesis de Thomas Piketty según la cual el capital produce la ideología y se retroalimenta de ella. Dice Dalio: “Esta dinámica lleva a que un porcentaje muy pequeño de la población gane y controle porcentajes excepcionalmente grandes de la riqueza y el poder totales, luego se extienda demasiado y luego enfrente malos tiempos, que perjudican más a los menos ricos y menos poderosos, lo que luego conduce a conflictos que producen revoluciones y/o guerras civiles”.

A muchos les parecerá simplista el modelo de Grandes Ciclos de Dalio. O quizá les parezca que no hay nada nada nuevo desde los ciclos de 50 años de Kondratiev, o a la teoría generacional de Strauss-Howe según la cual los eventos históricos están asociados a arquetipos generacionales de 20 a 25 años de duración, en los que se cambia el “estado de ánimo”: social, político y económico.

Al final del libro, Dalio expone un dictamen de varios países basado en datos hasta agosto de 2021 y que se han generado por una computadora. Entre los países analizados está España. “España parece ser una potencia modesta (hoy en la mitad inferior de los principales países) con una trayectoria plana… Las principales debilidades de España que la colocan en esta posición son su posición económica/financiera desfavorable, su relativamente mala asignación de mano de obra y capital, su relativa poca importancia para el comercio mundial y su mala lectura en innovación y tecnología”. Si se aplica las condiciones de la ley de los Grandes Ciclos de Dalio, España está en una posición “desfavorable” por su enorme deuda externa e interna. Una deuda que está en euros, moneda que el gobierno no puede controlar, y que encima se está imprimiendo en grandes cantidades por el BCE (con la compra de deuda de los países). Respecto a la situación político social, los esquemas de Dalio afirman que España está “en riesgo moderado”.

Si hay algo digno de agradecer de Dalio, es que desde hace muchos años comparte estas enseñanzas con todo el planeta a través de sus redes sociales. Para él es un mensaje para el futuro. “Tengo la misión de descubrir cómo funciona el mundo y obtener principios atemporales y universales para manejarlo bien. Es a la vez una pasión y una necesidad para mí”. Y para la humanidad.

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