Pesquero ruso. Greenpeace sobrevuela la zona y comprueba que la mancha ocupa ya 70 kilómetros


Miembros de Greenpeace sobrevolaron este sábado la zona del naufragio del pesquero ruso ‘Oleg Naydenov’, a unas 15 millas de la costa de Maspalomas (Gran Canaria), y comprobaron que la mancha de fuel se extiende por al menos 70 kilómetros en dirección suroeste y que continúa saliendo combustible del buque hundido.
La organización quiso de esta forma conocer de primera mano si los datos aportados por el Ministerio de Fomento sobre la gestión del desastre “son correctos y si se están llevando a cabo las medidas necesarias para evitar que el fuel dañe más lo valiosos ecosistemas de la zona”.
“Las imágenes obtenidas serán las últimas que podrán tenerse, puesto que se ha decretado la exclusión aérea total en la zona de la mancha”, añadió.
La organización comprobó que la mancha del vertido ocupa al menos 70 kilómetros, ya que esa es la distancia que ha recorrido para luego ser obligada a volver, justo antes de que se decretara la exclusión aérea total.
Durante todo su vuelo, sólo constató la presencia de un barco de control y ninguno en el punto del hundimiento, “donde continúan saliendo hidrocarburos”, a pesar de que, según añadió Greenpeace, Fomento había asegurado que hay cuatro dispositivos de control de la contaminación marina (tres barcos y un avión).
“EL TIEMPO VA EN NUESTRA CONTRA”
Los ecologistas no pudieron acceder al área donde se está trabajando para detener la mancha y donde está el avión y pidieron que se les permita acceder a la zona de limpieza y embarcar en el buque Miguel de Cervantes para garantizar la transparencia sobre el proceso y poder completar la comprobación ‘in situ’ de la acción.
“Hemos comprobado que, efectivamente, sigue saliendo fuel. El tiempo va en nuestra contra, es urgente implementar un plan de limpieza que incluya la retirada del fuel que aún queda en los tanques del barco”, declaró desde la zona del hundimiento Juande Fernández, portavoz de Greenpeace.
Tras varios días de vertido y con una orientación suroeste, la organización ecologista mostró su preocupación que el vertido pudiera llegar a las costas de Cabo Verde, un archipiélago donde la población depende enormemente de sus costas y donde, además, nidifica una de las poblaciones más amenazadas de tortugas marinas, la de la tortuga boba.
Por otra parte, Greenpeace aseguró que sólo un pequeño porcentaje de la mancha es de fuel, lo que podría indicar que aún queda la mayor fracción de las 1.400 toneladas de combustible por llegar a la superficie.
“La información que aporte el robot submarino será relevante para conocer si el fuel aún permanece en los tanques y se está liberando al medio marino o si parte se consumió durante el incendio. Por ello, es imprescindible que baje cuanto antes, ya que sin estos datos no se puede tener una imagen real de lo que realmente está ocurriendo”, añadió.

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