El petróleo barato, un espejismo que puede salir caro a España

  • El coche eléctrico es el centro de los nuevos cálculos, el factor que llevará al petróleo a los precios más bajos conocidos.

     La gran cuestión es si el petróleo barato lo es para siempre o, por el contrario, estamos en vísperas de subidas que pueden poner en aprietos a ciertas economías.

Campo de extracción de petróleo.
Campo de extracción de petróleo.
EUROPA PRESS
Santiago Carcar

El barril de petróleo -158 litros- no tiene fecha de caducidad, al menos que se sepa. Su precio sí. Desde hace tres años, la cotización del crudo, que llegó a superar los 150 dólares por barril, se ha desplomado. En la actualidad ronda los 50 dólares.La coyuntura beneficia a economías como la española, muy dependiente del petróleo y cuyas importaciones crecen a niveles récord. La gran cuestión es si el petróleo barato lo es para siempre o, por el contrario, estamos en vísperas de subidas que pueden poner en aprietos a ciertas economías, según sostienen algunos expertos. 

Los especialistas no se ponen de acuerdo. El coche eléctrico es el centro de los nuevos cálculos, el factor que llevará al petróleo a los precios más bajos conocidos: 15 dólares por barril o menos en 2040. Así lo creen los investigadores del Fondo Monetario Internacional Reda Cherif, Fuad Hasanov y Aditya Pande. Los tres concluyen que los nuevos modos de transporte hundirán el precio de la materia prima

En su estudio "Cabalgando la transición energética: el petróleo más allá de 2040"  los investigadores del FMI sostienen que el auge del coche eléctrico provocará una revolución energética, que podría llevar al barril de petróleo a un precio de 15 dólares por barril (a precios corrientes) a partir de 2040. La senda del carbón

Se repetirá lo que sucedió con el carbón a principios del siglo XX. "Hace un siglo" asegura el documento de trabajo del FMI "el avance del crudo se produjo como consecuencia de una revolución en el transporte, cuando los caballos fueron sustituidos por los automóviles. La próxima transición volverá a proceder de una revolución en el transporte, que responde por el 57% de la demanda global de petróleo, mientras sólo el transporte por carretera consume el 44% del crudo", dice el estudio."Esta alta dependencia del transporte respecto del petróleo -vaticinan los analistas del FMI- se va a reducir notablemente por la aparición de los vehículos eléctricos".  

Pero ni todo es tan claro, ni todos los expertos coinciden en que el petróleo será, inevitablemente, un producto barato. Para empezar, los 50 dólares que marca la cotización del petróleo en estos días, no es un precio tan bajo. La cotización histórica media del barril desde mediados del XIX (ajustada la inflación) ha sido de 47 dólares barril. Y puede subir por una combinación de factores: el crecimiento lento del parque de vehículos eléctricos -todavía más caros que la media-; el abandono progresivo de los pozos más antiguos por la caída de los precios y una demanda de crudo sostenida en los próximos años. 

Según los pronósticos de oferta, se necesitarán más 20 millones de barriles por día de nueva producción hasta 2026 para atender la subida de la demanda, lenta pero creciente. Consultoras como Wood McKenzie aseguran que sólo la mitad podrá ser atendida con proyectos que ya existen. La otra mitad tendrá que llegar de proyectos aún pendientes, de dudosa rentabilidad a los precios actuales y que tardarán en producir. Proyectos no rentables

Sin embargo, los expertos de WoodMackenzie explican también que muchos de estos proyectos de extracción que aún no se han lanzado son antieconómicos con el petróleo a 50 dólares, lo que significa que no se debe esperar que produzcan de forma rápida. 

Con esas previsiones, todas sostenidas con números y argumentos, todos los expertos –los que apuntan a un desplome de precios y los que adelantan importantes subidas- pueden tener razón. Porque puede suceder que los precios del petróleo registren en las próximas décadas un fuerte descenso, aunque en lo inmediato exista el riesgo de fuertes subidas por desajustes entre oferta y demanda. Eso, al margen de otros factores como la pérdida de fuelle de la industria del fracking en EE UU

En el caso de que el petróleo vuelva a registrar subidas importantes, economías como la española resultarán especialmente afectadas. La factura anual de la importación de crudo, a los precios relativamente bajos de estos años, supera los 40.000 millones de euros, el 4% del PIB.  

En los seis primeros meses de este año, las importaciones de petróleo se han elevado a 31,8 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 3,8% respecto al mismo periodo de 2016. Un récord que ha tenido un fuerte impacto en las cuentas del país. El déficit energético ha aumentado hasta junio un 42,3%, hasta los 11.351 millones de euros, muy por encima del déficit de 7.978 millones de los seis primeros meses del año anterior.

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